La idea de celebrar en Cartagena un Congreso sobre el Trovo es una oportunidad para dar difusión a esta manifestación artística de la comarca portuaria, a la vez que invita a profundizar en su conocimiento. Tendríamos que remontarnos a entrados el XIX y principios del siglo pasado para indagar sobre las pautas más esenciales de esa recitación improvisada que, extendida por el Levante español, adquiere una especial idiosincrasia en la trimilenaria, donde el flamenco se mezcla en el recital dialogado de versos y estrofas. Incluso se debería mirar un poco más hacia atrás hasta llegar al XVII, cuando se encuentran los primeros rastros de su existencia.

A la segunda mitad del siglo decimonónico pertenece José María Marín, nacido en La Palma en 1865, localidad donde luce un monumento en su honor. También en reconocimiento a este trovero puede verse en el cementerio de San Antón una pieza de Luzzy y Navarro. Se cuenta de él que tuvo una educación muy erudita, lo que permitió un sello de intelectualidad ilustrada a sus cuartetas y quintillas. Esta relevante figura de la poesía repentizada da nombre a una avenida cartagenera, por la zona de la conocida Plaza Bastarreche. Entre sus composiciones llegadas a nuestros días, puede recordarse brevemente la siguiente, donde se muestra su ingenio: «Yo no sé si sabré hacer/un trovo de rima estrecha,/y voy a probar a ver€/¡Ya está la cuarteta hecha!».

La dimensión de investigar este arte de improvisar versos abarca el interés de diferentes disciplinas, desde la filología a la musicología pasando por la antropología social, entre otras, además de atraer en general a gente con curiosidad por esta poética popular. En la dialéctica trovera se reflejan temas de actualidad del momento en que se actúa por lo que podemos percibir características de la vida social, advertir creencias, opiniones, hábitos€

Los trovos forman parte de un legado histórico que hay que saber apreciar, y hacerlo fomentando la investigación supone un buen evento para la cultura cartagenera, costumbres, expresiones artísticas y tradiciones.

En el trovo flamenco la familia Piñana ha tenido un gran protagonismo, dándole fondo musical al verso, contribuyendo para que sea un referente cultural de Cartagena con gran valor patrimonial, que conforma bien vendido un recurso turístico de extraordinario reclamo si se sabe comunicar como tal.

Y en este menester la celebración de un Congreso Internacional sobre el Trovo supone un paso adelante, mostrándose en el proyecto la sensibilidad hacia el arte y folklore de Carlos Piñana y David Martínez, concejal delegado y edil del área de Cultura respectivamente, por su decidida apuesta en resaltar este género de poesía oral dialogada e improvisada con ritmo y música.

Demos entre todos y todas al patrimonio oral e inmaterial la importancia que merece.