Nuestro sistema sanitario en la Región de Murcia, como en el resto de España y en buen parte del planeta, está sometido a una durísima prueba por la pandemia del COVID-19. Es un virus nuevo para el que no se conoce tratamiento eficaz ni vacuna que lo prevenga, con una alta contagiosidad y que en un 20% de pacientes puede cursar como una enfermedad grave, afectando muy especialmente a población mayor y más vulnerable. Estamos inmersos en una crisis imprevisible en la que más que nunca se ve la necesidad de un sistema sanitario público con suficientes recursos, con una buena coordinación entre sus distintos niveles y bien dirigido. Nuestra asociación mantiene desde hace años una crítica rigurosa y constructiva hacia las deficiencias de nuestro sistema sanitario público y no es momento ahora de incidir en ninguna de ellas, sino por el contrario de mostrar nuestro apoyo a los que tienen la gran responsabilidad de dirigirlo.

El Servicio Murciano de Salud (SMS) ha experimentado grandísimos cambios asistenciales y organizativos en muy pocos días, para prestar la mejor atención posible a los miles de afectados por el coronavirus y familiares y al conjunto de pacientes que siguen precisando de cualquier atención sanitaria. Los profesionales del SMS y especialmente los de los centros de salud, trabajando en primera línea ante la pandemia, están siendo capaces de adaptarse a los cambios y ejecutar con eficacia una organización ajustada a las actuales necesidades. La agilización de los trámites burocráticos, incluida la gestión de las bajas laborales y la renovación de las recetas electrónicas así como facilitar la atención telefónica y la tele asistencia han facilitado mucho la atención a los pacientes. Las llamadas telefónicas diarias, festivos incluidos a más de 30.000 pacientes entre infectados posibles y sus convivientes para valorar su evolución está dando grandes resultados y consiguiendo hasta hoy que las puertas de urgencias de los hospitales no se saturen. El acceso ágil y rápido a radiografías a pacientes en domicilio así como disponer de ambulancias y equipos de protección para la atención domiciliaria son dos medidas recientes que mejoran la atención.

Hemos de reconocer la labor tanto de los gestores del sistema sanitario como de la mayoría de los profesionales y de la ciudadanía, por el afrontamiento que cada uno desde su lugar está haciendo frente a la epidemia. Las excepcionales medidas adoptadas por el Gobierno de España son también merecedoras del apoyo y colaboración de los Gobiernos de las Comunidades autónomas.

En las actuales circunstancias es imposible no cometer errores entre las muchas y difíciles decisiones que políticos y gestores del sistema sanitario a nivel nacional y regional están adoptando ante la pandemia. Son comprensibles algunas críticas sobre aquello que ha de seguirse mejorando, como el de proteger a los profesionales sanitarios mediante suficientes equipos de protección adecuados, así como el de disponer lo antes posible de test diagnósticos suficientes.

La crisis tendrá que servir para poner en valor la necesidad de un sistema sanitario público con recursos suficientes y bien gestionados. Será responsabilidad de políticos, gestores, profesionales y usuarios del sistema sanitario llegar a conclusiones que conduzcan a mejoras significativas de nuestro sistema sanitario público. Será el mejor homenaje que puede hacerse a muertos y familiares y al conjunto de los ciudadanos así como a los esfuerzos y sacrificios de los profesionales. De esta crisis habrá de surgir un sistema sanitario diferente, más efectivo y eficiente.

Desde la asociación pensamos que muchos de los cambios necesarios irán en la dirección de las propuestas incluidas en el documento Murcia enferma de pobreza presentado hace ahora un año. Un sistema en el que las Áreas Sanitarias cuenten con potentes servicios de salud pública para la promoción de salud y la prevención. Un sistema participativo orientado a influir sobre los determinantes sociales de la salud y sus desigualdades y que dé prioridad a la atención a grupos más vulnerables. Un sistema con una Atención Primaria con más recursos y orientada hacia la atención comunitaria, que promocione la atención telefónica y la teleasistencia. Un sistema que se integre estrechamente con los servicios sociales, que mejore la atención a la dependencia y en las residencias de mayores. Hemos aprendido que es un sinsentido que en cada epidemia de gripe que también mata a miles de personas todos los años las salas de espera de los centros de salud estén llenas, siendo fuentes de contagio en pacientes vulnerables, cuando en la mayoría de los casos la atención telefónica resultará efectiva.

Vayamos tomando nota para mejorar nuestro sistema sanitario pero ahora lo que pacientes y ciudadanos necesitan es que profesionales y gestores sanitarios sigamos aunando esfuerzos. Es momento de arrimar el hombro y apoyar a los gestores en la gran responsabilidad que les corresponde. Desde la ADSP-RM hacemos un llamamiento al Gobierno de la Región y a los partidos de la oposición para que no caigan en la tentación de instrumentalizar la crisis y tratar de rentabilizar políticamente tantas muertes y sufrimiento.

Es una gran oportunidad para dignificar la acción política de Gobiernos y partidos políticos que muchos ciudadanos valoraremos.