La inmensa mayoría de empresas murcianas son familiares (el 93%) y contribuyen a la mayoría del PIB regional y al empleo murciano. Sin embargo, algunas de sus características específicas limitan su posición competitiva, como son su reducido tamaño, sus recursos limitados o su posible conservadurismo por su naturaleza familiar y por la su intención de sucesión en buenas condiciones a través de sucesivas generaciones.

En este contexto, hay diversos factores cuyo desarrollo favorece que la empresa familiar mejore su competitividad y pueda así poder confrontar la cada vez más intensa competencia, a menudo internacional. Así, factores como un mayor esfuerzo en investigación, innovación o estudio del mercado, la realización de actividades de marketing como la participación en ferias y misiones comerciales o una mayor profesionalización de la empresa a través de la participación de miembros externos a la familia en la gestión de la empresa. Sin embargo, el impacto de estos determinantes en la competitividad de la empresa ha sido estudiado individualmente: es decir, cómo afecta una variación en dichos factores en los resultados empresariales. De todas formas, cada vez hay más estudios que demuestran que lo que realmente mejora la capacidad de la empresa de medirse exitosamente con sus rivales empresariales es la combinación de algunos de estos factores

Reforzando la necesidad de encontrar diferentes configuraciones para diferentes tipos de empresa, es evidente que hay diversidad de empresas familiares (por ejemplo, algunas son más pequeñas o más grandes, o más jóvenes o antiguas), y cada uno de estos tipos de empresas no necesita realizar el mismo conjunto de acciones, sino que cada combinación es específica para cada tipo de empresa. Por ejemplo, en un reciente estudio de Monreal y Geldres sobre 650 empresas se afirma que la gran mayoría de empresas jóvenes, pequeñas y sin experiencia si se exhiben en ferias y participan en misiones comerciales ven mejorado su comportamiento internacional.

Por ello, hay que identificar primero cuál es el tipo de empresa que se considera para ver luego qué combinación de qué factores para mejorar la competitividad de la organización. Debido a la frecuente escasez de recursos de este tipo de empresa, es importante dirigir simultáneamente sus esfuerzos a aquellas combinaciones de acciones que resultan darles mejores resultados.