No sé nada de Derecho. No sé nada de leyes. Vaya esto por delante. Aun así, vivo en este mundo y a diario leo en medios de comunicación sobre sentencias, juicios, ministerio fiscal, defensa, asesinatos, robos, abusos, violaciones? Ante esto, una no puede dejar de opinar, comentar, sorprenderse, enfadarse, no comprender e, incluso, insultar irrefrenablemente.

La pasada semana comenzó el juicio contra el ´adorable´ joven Patrick Nogueira, que un buen día decidió (y preparó) acabar con la vida de sus tíos y la de los hijos de éstos, sus primos de tres y un año de edad.

Este es uno de esos casos en los que les comentaba que me da por insultar y dejar mi lado racional (que abandono por unos instantes para volver a tragar saliva y continuar con el día). Pues resulta que este ser inhumano lo organizó todo para asesinar a sus cuatro familiares. Se fue de compras para hacerse con el material necesario y cuando comenzó a llevar a cabo su macabro plan fue narrándolo por WhatsApp a un amigo (otro animal). A esto hay que sumarle que pensó que hacerse ´selfies´ con los cadáveres era lo mejor que podía hacer, a la vez que comentaba al malnacido de su colega cosas como: «Qué risa, los niños no corren cuando los voy a matar, los niños se agarran cuando los voy a matar», según recogen varios medios que cubren el juicio.

«No he elegido ser así», ha declarado. Perdona, pero sí elegiste ir a comprar las herramientas para matar. Sí elegiste narrar tu horrible matanza. Sí elegiste hacer fotos.

Pues para este demonio disfrazado de persona su defensa pide siete años y seis meses de prisión por los asesinatos de cada uno de los dos menores y cinco años por los homicidios de los adultos. Creen que el asesino actuó en un arrebato, ya que sufría una alteración psíquica. Añaden que confesó el crimen y se entregó. ´Angelito´.

Llego a entender que todos tenemos derecho a una defensa. Todos. Pero intentar hacernos ver que una persona que se va al súper de turno para comprar lo necesario para asesinar lo hace fruto de un arrebato es algo que puede conmigo. No me cabe en la cabeza.

Leo que la fiscal ha destacado que «estamos ante uno de los crímenes más espeluznantes, horribles y terribles que se han cometido en España». No logro imaginar qué mueve a alguien a hacer algo así: organizarse, planear, matar, mofarse y dejar el recuerdo imborrable de unas fotos abominables.

Pues ahora llega el ´angelito´ al juicio con sus gafas, su pelito bien peinado, su camisa y su cara de pena. No, no y no. Que tenga defensa, vale. Pero no quiero verlo jamás por la calle. Que pase su vida encerrado. No merece libertad. No es justo.

Para aquellos de los de la cárcel sirve para reinsertar y los de «no queremos prisión permanente revisable»: jamás llegaremos a entendernos.