Con una niña libia, nacida en la fragata Navarra de una madre rescatada el (póngale usted mismo calificativo) ministro Méndez de Vigo, se hizo un christma navideño. Con su «bienvenida a España, Muna» proclamado en todos los medios y canales, la usó para lustrar su imagen. Porque, horas después, la recién nacida, con dos hermanitas y su madre fueron dejadas en Italia, en el hospital de Cannizzaro de Catania, desentendiéndonos de ellas. Incluso siendo la madre una menor (17 años) y la niña fruto de una violación, la ley, y por humanidad, obligaba a procurarles protección€ Pero el ministro español la utilizó para autoglorificarse por Navidad. Una lamentable, cínica y cruel hipocresía.