Quién no ha oído decir que en este país sale muy barato estafar. Total, un tiempo en la cárcel y, después, a disfrutar de las ganancias obtenidas a costa del engaño realizado a otros seres humanos. Lo cierto es que puede ser que la pena por estafar no sea la idónea, aunque nuestro Código Penal es de los más duros de la Unión Europea, pero lo que sí es verdad es que se investiga a fondo el patrimonio del estafador y se aplica a sus víctimas económicas lo recaudado.

Una de las aficiones más practicadas es tratar de estafar a los seguros. Recientemente hemos sabido que las aseguradoras pierden doce millones de euros cada año debido a la simulación de accidentes de tráfico. De Murcia dicen que es la quinta provincia con más timos organizados por bandas y estafadores. Pero si el fraude acecha y la inteligencia para engañar siempre está alerta, también es verdad que recientemente en nuestra Región se ha desmantelado una red de estafas a seguros que incluía abogados y médicos, con una cuantía de unos 300.000 euros. Por eso si la astucia del delincuente no para, la de los agentes policiales tampoco. Basta con denunciar y dar pistas para que la confianza del estafador le lleve a cometer fallos inexplicables, como por ejemplo ser las mismas víctimas en veintidós accidentes de tráfico. Total, 65 detenidos y 105 imputados es el balance de la operación policial, que llevará al banquillo de los acusados a muchos de ellos y tendrán que devolver lo cobrado indebidamente, supongo que hasta con intereses legales.

Pero no sólo los seguros que amparan a los vehículos de motor en el tráfico rodado son los únicos, aunque sí la estrella y los más numerosos, porque también existen engaños en enfermedades e incapacidades temporales con el fin de cobrar sin trabajar. A veces, mucho me temo que pagan justos por pecadores, porque realmente si estás enfermo lo que más deseas en este mundo es poder reincorporarte cuanto antes a la vida normal, incluida la laboral.

Y si esto les parece poco, lo que quedaba ya era que presuntamente exista una estafa con los nichos del fútbol. Me explico, se siente tanto amor a los colores de tu equipo, que cuando mueras deseas que tus cenizas se depositen en urna en unos columbarios en el estadio de tu afición. Parece ser que algunos clubes, como Barcelona, Atlético de Madrid y Betis ya se han apuntado a este futuro y posible proyecto poniendo imágenes de los ídolos presentes y pasados en el columbario de turno. Una cosa es buena, y es que al menos se aminorará el desparrame disimulado de cenizas en el estadio para cumplir la última voluntad de tu ser querido. Lo triste es que se está investigando por un juzgado de instrucción de Barcelona, a un empresario que aprovechando el tirón, con el dinero que recibía de los dolientes se compró un buen coche e hizo obras en su vivienda.

Y lo más de lo más, cuentan las crónicas, es que hay quien so capa mendaz del membrete de la presidencia del Gobierno, remitió a Mercadona que Carrefour estaba tratando de desprestigiar sus productos. Y eso lo sabía porque el agente secreto ´4F´ se había infiltrado como topo. Ver para creer, y encima se lo imputan al Pequeño Nicolás. Menos mal que la tontería del ser humano (que es el mejor negocio a explotar) no llegó a tanto, e imagino no se creerían nada de nada los de Carrefour de esta historia. Aunque bien pensado si puedes comprar por Internet un título de propiedad por veinte euros de un trozo de luna, todo es posible.