Ya saben, queridos lectores, que el firmante de esta columna entiende pocas cosas en esta vida (si hay otra, espero estar a la altura de las circunstancias). Al levantarme cada mañana me pregunto que acaecerá para que mi asombro de ese día, supere al del anterior. Es difícil escribir de algo sin tener todos los datos en las manos y eso me ocurre a mí. Titulo mi columna Feria de mediocres, fíjense que aparece la palabra ´mediocre´ y desconozco realmente si las personas a las que me refiero lo son; el caso es que a mí me lo parecen. Si pudiese hablar con ellos, ¿rectificaría o me ratificaría?; ahora bien, al ser de provincias no lo veo factible. ¿Quién soy yo? Todo esto viene, ya lo habrán imaginado, por las personas que se van a presentar a las próximas elecciones del 26 de junio, más concretamente por los cabezas de lista.

Una vez más la realidad supera a la ficción: piensen en una empresa, privada claro, en la que los directivos designados para conseguir un objetivo no lo lograsen y el coste para dicha empresa fuese muy alto. Pregunto, por un euro: ¿los volverían a designar para conseguir el mismo fin? Creo que todos coincidimos en que€ no.

Al ser los cabezas de lista los mismos que en las pasadas elecciones, comandando los mismos partidos, los resultados electorales serán muy similares. Ninguno, por vergüenza torera, ha dado un paso atrás, lo que me lleva a pensar que se toman, todos, a España por el pito del sereno (mis respetos a los serenos). No hay derecho que los mismos que han despreciado el bien nacional, que no tienen altura de miras, que padecen daños cervicales al mirarse permanentemente el ombligo, vuelvan a repetir. ¡No hay derecho!

En esta feria, en la que se va a producir una subasta mental, ¿qué nos van a contar de nuevo? ¿Qué nos van a ofrecer? Gasto, gasto y más gasto. ¿Por qué no se pagan ellos la campaña feriada? Tiene que ser la leche reírse del pueblo con el dinero del pueblo; o sea, te pago para que te rías de mí. Es de chiste si no fuese real. Han sido incapaces de llegar a un acuerdo durante cuatro meses; la preocupación por la situación de las personas en los niveles más altos, según ellos; las ruedas de prensa, la pasarela ante los focos, con este sí, con este no€ un puro disparate. Si el día 27 de junio, con los resultados en la mano, las diferencias no son significativas, si los números no suman mayorías absolutas, si la preocupación por la gente es similar y el ansia de poder, amén de padecer onfalitis€ ¿Van a llegar a un acuerdo?¿Habrá cambiado algo respecto al 21 de diciembre pasado?

Muy a menudo me pregunto qué hay dentro de la cabeza de los servidores públicos cuando ocupan el correspondiente cargo. Observen que digo ´servidores´, porque eso es lo que son, personas a nuestro servicio, por el que les pagamos y muy bien (otro punto a revisar). Es el único servicio que se ríe de quien le paga, lo ningunea, se sube el sueldo cuando le sale de las narices y son contratados de nuevo aunque lo hagan rematadamente mal. Y, además, parece que piensan que siempre van a mandar -hay excepciones- y no se dan cuenta que tienen fecha de caducidad. No quiero ser mal pensado, pero algo me dice que el bolsillo manda mucho.

Feria de mediocres titulo la columna pero perfectamente se podría titular Feria de las vanidades, ya que son los egos personales los que se van a subastar en este mercadillo callejero. Por mi parte, podrían destinar los más de cien millones de euros que se supone va a costar esta campaña, a causas de necesidad€ muchos son los comercios que siguen cerrando sus puertas, siguen muchas personas buscando en las basuras, hay mucha necesidad. No coloquen vallas, sus caras ya las conocemos, no hagan envíos masivos de publicidad, pues sus medias mentiras ya nos las conocemos. Yo, personalmente, tomo la publicidad del buzón y directamente a la basura.

Cuando crezcan en cordura y tengan sentido de país me los creeré; entretanto, seguiré a lo mío. Me dan una pena infinita absolutamente todos los salvapatrias y también todos los sufridores ciudadanos.