Quién nos lo iba a decir, queridos lectores, que tanto pedir nuevas elecciones para acabar con el rodillo pepero y la chulería de sus ministros, aunque alguno ya no está, y mira por donde volvemos a pedir nuevas elecciones y siguen los mismos que estaban, como mal peor.

Si tras las elecciones generales, después de ver los resultados, los partidos políticos amenazaban con nuevas elecciones, despreciando toda negociación profunda, y el pueblo decía que eso era una barbaridad y que no debieran repetirse, ahora el patio ha cambiado y son ellos, nuestros inútiles políticos actuales, los que no quieren repetirlas al tiempo que es un clamor nacional el hecho de que los votantes sí quieren ir a votar de nuevo para intentar poner las cosas en su sitio.

¿Y por qué no quieren algunos nuevas elecciones? Pues muy sencillo, porque ya se les ha visto el culo a muchos? a algunos, incluso la coleta.

Los de Podemos son un partido de partidos que en cada sitio llevan una política de actuación con arreglo a su propio entender? o lo que es lo mismo, en cada rincón de este país hacen lo que les sale del mismísimo? ¡eso quería decir! Lo mismo la montan por el nombre derechón de una calle que por una meada que por un fijador del pelo que por los reyes magos que? ¡ay! son tan imprevisibles que ya no son de fiar, vamos? que igual les da amasar grano de trigo que moler asfalfa? lo que importa es ser lo contrario de lo que sea. Y son éstos precisamente, los podemistas, los que más riesgo tienen de caer en picado, porque las ilusiones que despertaron en su día en una gran parte de la población se van difuminando con sus propios y cotidianos actos. Su líder, mi Pablico, cada vez que habla pierde votos, aunque gana más adeptos, que no es lo mismo radicalizar a los entusiastas que entusiasmar a más gente que vota.

Sus intervenciones, que han sido vergonzosas por mucho que sus acólitos le aplaudan, restan más que suman y eso en las próximas elecciones lo pagará? y él lo sabe. Porque una cosa es darle una patada al avispero de la rancia política y otra cosa es confiarle la nave del Gobierno a quien ya ha demostrado que no sirve para ello? especialmente por su visceral intransigencia y enfoque de los temas serios que nos preocupan a todos los españoles. Con su verborrea mitinera ni se paga ni se gobierna ni se come?; bueno, comer sí, porque ahí está con un buen sueldo que entre todos le pagamos.

Podemos piensa que es el ombligo del cambio que todos los ciudadanos queremos, y no se da cuenta de que son una parte del mismo, y no la mas grande precisamente.

Podemos es un partido bisagra que asusta a propios y extraños, pero que enaltece a una pequeña parte de la población, lo que es respetable? pero no deseable. En Murcia y Cartagena tenemos suerte de que no son muy extremistas, pero viendo el comportamiento de su líder, Iglesias, y los acólitos que le flanquean, se les mete en el mismo saco? lo que es totalmente injusto, pero es lo que es. Y encima cada vez que habla el impresentable de Venezuela les resta más y más votos. ¿Cómo pueden pretender gobernarnos unos políticos que admiran al venezolano? Pues es lo que hay, lo que la gente ha votado.

Los del PP son los más votados y son los que debieran gobernarnos sin duda alguna, pero sus formas despreciativas y chulescas les han hecho más daño que lo que han legislado, y sirva como ejemplo un botón: ya ven el follón de la Ley de Educación y otras tantas, metidas con embudo, gusten o no gusten? Pues así ha sido todo, pero no quieren verlo y mucho menos reconocerlo. Digámoslo claramente, aquí no sobra el PP, ni todo el PP es corrupto; aquí quien sobra es Rajoy y los suyos, especialmente los ministros de Interior, Hacienda, Economía y el lacónico portavoz, que ¡por Dios! no sabes nunca si te está dando una noticia buena, mala o el pésame.

El PP debe gobernar, pero necesita que Rajoy se vaya a su casita? que en otro país más serio ya hubiese desaparecido; sí, él y el partido.

Pero que no se rían los socialistas, que lo mismo le pasa al PSOE, que como partido ya debiera haberse refundado sin tanto golfo. Hay que decir que Pedro Sánchez está dando todo un ejemplo de cómo un político puede llegar a ser malo y bueno a la vez con tal de llegar al sillón de los orgasmos. Pedro Sánchez lo está haciendo muy mal porque ya debiera haber despreciado las ofertas de Podemos, distanciándose de ellos, lo que si bien no le llevará a la Moncloa sí lo catapultará como el líder socialista indiscutible para la próximas elecciones, con la consecuente subida de votos. Y lo bueno es que pudiendo entenderse con el Pablico Iglesias y ser presidente del Gobierno, mi Pedrico prefiere no serlo antes que vender el país, y eso hay que reconocérselo. Ejemplo que, a nivel regional, debiera seguir Rafaél González Tovar, que con tal de ser presidente le da igual ir a rebufo de Oscar Urralburu en una difícil e increíble simbiosis. Que sí, que en Murcia ePSOE y Podemos ya se confunden y parecen iguales? ¡uy! lo que he dicho... Perdona, Oscar, no pretendía?

Pero de todos, el mejor es Albert Rivera, el político más serio que hay en el panorama nacional actual. Su posicionamiento con el PSOE de Pedro Sánchez es el correcto y su invitación a formar Gobierno con el PP, pero sin Rajoy, lo más acertado que precisa nuestro país en estos momentos.

Junto a su alejamiento de Podemos, queda enmarcado en el punto justo, en el epicentro, de lo que un buen político debe hacer en momentos tan transcendentales como los que vivimos. En nuestra región, Miguel Sánchez, mi Miguelín, ahora sí que es digno representante de Albert Rivera? Esperemos que siga así, que algunos ya quieren cambiarlo... Sí, de los suyos.

Quién nos iba a decir a los españoles que íbamos a desear tanto que se convocaran nuevas elecciones... Pues así está la cosa; ya veremos qué pasa.