El arte de interpretar las cosas de acuerdo al propio interés es extraordinario. Leer los resultados de forma sectaria es lo más sencillo del mundo: sería raro que algún partido no se hubiera adjudicado un triunfo parcial. El PP, el partido más votado, no resulta ganador porque el sistema electoral lo impide. El mismo sistema que da posibilidades a uno de los más genuinos perdedores en votos, PSOE, ser ganador y permite asegurar que «España no quiere que gobierne quien más votos obtuvo». Si el sistema electoral fuese otro -USA, Alemania o Grecia- podría decirse que «España quiere que gobierne quien más votos tuvo». Así las cosas, el sistema electoral dice que España quiere que el PP, invitado de piedra tras estas elecciones, tiene mucho que decir pues, ya se sabe, «en el Senado, con mayoría absoluta, nos veremos».