No sé si alguien volvió a ver la otra noche Muerte de un ciclista en el fabuloso ciclo de cine español que está emitiendo La 2. Una gozada revisar la mítica película de J.A. Barden, que en el Festival de Cannes superara a la mismísima Al este del Edén dirigida por Elia Kazan y protagonizada por James Dean. Al ver esta película, uno se pregunta cómo se pudo hacer tan buen cine en España en las décadas de los cincuenta y sesenta con todo en contra -la dictadura, la censura, la falta de medios-. Muerte de un ciclista es una joya de nuestra cultura y deberíamos mostrarla al mundo sin complejos, como hacemos con las Meninas de Velázquez, la Alhambra de Granada o El Quijote de Cervantes
