Rajoy quiere morir matando o al menos esa impresión da. Si ya cuenta con diputados propios que no entienden el furor de aprobación de leyes que llevan, tantas que superan los apartados del orden del día y que no es que no dé tiempo a venderlas es que empapárselas resulta titánico, pues ha anunciado una sesión parlamentaria en pleno agosto para someter a votación el rescate griego puesto que la convocatoria sobre el rescate bancario patrio se la saltó y que así a los grupos se retraten de paso. El presidente del Congreso, que lo mismo tiene pagada la quincena del apartamento, puso una carita... Ustedes se le notó que pensaba Rajoy mirando a Sánchez me han hecho quedar como la chata con el tiempo que llevaba colocando a De Guindos al frente del Eurogrupo y ahora habrá que ver con quién reconocen que están si con Tsipras, con Merkel, con Iglesias o, lo que más grave, con Florentino. Dado lo flamenco que se le ve, estoy convencido de que Mariano ha tenido que contenerse para no convocar un referéndum mondo y lirondo. Tendría gracia que después de todo lo que nos hemos comido aquí por el artículo 33, ahora quiera hacernos corresponsables del corralito Biona. En fin, este desenfreno que le ha entrado al señor de los hilillos da la impresión de que puede deberse a un golpe de calor de amplio espectro. Sí porque, en la misma jornada, Montoro, que ha escogido a su vez el 4 de agosto para exponer con detalle los Presupuestos en la sala de Columnas pero no atado a ellas del Congreso, dijo que es tan decidida su apuesta por la industria cinematográfica que, gracias a los incentivos fiscales, Juego de Tronos no solo rodará completa la temporada que viene en España sino que ha sido invitado por la productora al rodaje, aunque aseguró que no piensa acudir. Normal. Ya para entonces una horda de votantes igual se lo ha cargado.