Es medianoche, cuatro personas en un coche vuelven cansadas de un pueblo de la Región, probablemente sin cenar, pero satisfechas porque la gente ha respondido bien, porque se ve ilusión y se notan las ganas de cambio por encima de todo. En la radio suena a bajo volumen Angels Barceló o quizá alguna canción kiss. La carretera está oscura y sola, afuera todo es paz y luz de estrellas. Nadie habla. Todos piensan en hoy, en mañana, también en el 25 de mayo. El candidato rompe el silencio para hacer algún chiste light cuando estamos llegando. El día siguiente, otra carretera.