Estimado señor don Pedro Antonio Sánchez, consejero de Educación y Cultura de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Ilustrísimo señor:

Como quiera que he leído noticias que anuncian que su consejería va a sacar a concurso plazas de profesores de Enseñanza Secundaria en el presente curso 2014/2015 me permito dirigirme a usted para informarle de una carencia fundamental en los programas de dicha oposición correspondientes a la materia de Lengua Castellana y Literatura. Se trata de unos contenidos que deberían constituir presencia fundamental en la impartición de dicha materia: los de Literatura Infantil y Juvenil.

Dicha materia hoy se haya ausente en los programas de la facultad de Letras, por lo que los aspirantes a docente carecen de formación en ellas. Y, créame, señor consejero, dichos conocimientos son fundamentales a la hora de decidir, en los departamentos de Lengua Castellana y Literatura de la Región, las lecturas que han de llevarse a cabo en los hogares del alumnado.

Nuestro profesorado, en un alto porcentaje, continúa con la vieja y obsoleta costumbre de programar la lectura de clásicos para dicho cometido. Y ello es un despropósito descomunal. Los clásicos deben ser tratados en clase, pues el alumno carece de los conocimientos filológicos e historicos suficientes para apreciar, a solas, la grandeza de su mensaje.

Las lecturas en esas edades deben ajustarse a la capacidad media de dicho alumnado, absolutamente abocada al mensaje audiovisual, a fin de promover su interés por la lectura. Un interés cierto, que ha de estar anclado, tanto en las capacidades que corresponden a su edad en estos tiempos, como en los temas y contenidos que le conciernen en su vida real.

Créame, señor consejero, hay lecturas estupendas, de altura intelectual suficiente para satisfacer las ansias lectoras de los adolescentes. Desoiga las voces, ignorantes cuando no maliciosas, que le puedan llegar acerca de la insustancialidad de esta Literatura. La falta de temas de Literatura Infantil y Juvenil, que también tiene sus clásicos, en los programas de oposición de Lengua y Literatura, es un atraso manifiesto, que escandaliza a la sociedad más impuesta en el asunto.

No sólo hablo de Julio Verne o Emilio Salgari, que también; hablo de toda un sector de la industria del libro español, con sus autores y sus clientes, amén de su circuito comercial. Es vergonzoso que hayan de ser los dependientes de las librerías quienes orienten a los padres a la hora de regalar libros a los hijos, alumnos en el aula.

Y me permito añadir que dichos temas deberían incluir la concienciación de terminar con la programación de lecturas de clásicos en los hogares. Los clásicos en el aula, de manera rigurosa, si se quiere; pero las lecturas a solas, resérvense para esos autores de hoy enfocados a esas edades. Lo hacen muy bien, cumplen la tarea de quitar el miedo a los libros, y si son bien elegidas, inculcan la costumbre de leer, con provecho, amenidad y dedicación.

A su disposición quedo, pero le informo que tiene docentes en activo en esta Región para trabajar en una propuesta coherente, del nivel más que suficiente en lo intelectual y científico, con solvencia suficiente como para proponer temas, autores y lecturas.

Un saludo cordial.