No me digan que la cosa no se está poniendo interesante. El otro día enchufo la tele y en un acto del PP aparece Carlos Floriano. Hablando. Comprendo que el partido decide quién le representa, pero si Floriano abre la boca crecen los impagos, las lechuzas vuelan de día o preñan a Anita Obregón, tal es el fulgor que le adorna. Mientras tanto, se publican unas conversaciones entre Bárcenas y unos amigos de la Camorra napolitana donde don Luis „que ya explicó en sede judicial su considerable fortuna como producto de inversiones acertadas„ asesora a los hombres de negocios acerca de casinos, ruletas, contables chinos y limoncello. Solo falta que Rajoy se arranque a cantar barcarolas.

Hay limoncello muy bueno (el de La Cantinella es magnífico, hecho por la mamma), o industrial, un purgante que puede tragarse si se tienen pocos años „joventut, pa blanet„ o el paladar como una alpargata. Como los socios de Bárcenas vienen de la costa amalfitana, el limoncello será de primera. Sólo por eso el antiguo contable se merece un beneficio penitenciario: que le pongan langosta los viernes. Comprendo que los estrategas de Génova „igual vol dir Itàlia„ quizás sean los que han filtrado la grabación para que veamos lo malo que es Bárcenas y de qué compañías se rodea, pero no hace mucho que el presidente de la Xunta, señor Feijóo, apareció en las fotos con un narcotraficante, el trabajo está muy mal, poniéndose crema solar en la espalda, una geografía necesitada de alerta, se veía que hay confianza.

Eso: sobre todo que no se rompa la confianza, que es lo más importante. Tomen ejemplo de Rita Barberá, que seguirá desenvolviéndose con la misma seguridad hasta que el motorista le comunique la rescisión del contrato. Todo lo contrario que el president Fabra que, incluso antes del retorno de Mònica Oltra (Revenge), exhibe perplejidades y ausencias, que se han ido petrificando, digo consolidando, propias de quien se propuso reformar la finca, de arriba abajo, sin salir del domicilio en obras: quien mete obreros en casa no recobra la sonrisa.