Perdone que le moleste, señor Valcárcel, pero no se vaya usted a ir a Bruselas dejándose aquí todo esto empantanado, hombre, que eso no está bien. Porque si no es por la situación en la que está sumida esta Región, cada día me estaría riendo más con esto del aeropuerto, hasta se me saltarían las lágrimas con la broma. Porque, es una broma ¿verdad? que usted se va a ir a Estrasburgo cobrando unos emolumentos que le quitarían el hipo a más de uno, dejando la Región en esta situación económica, mientras, por otro lado, nos vuelven a recortar por enésima vez el sueldo a médicos y profesores para poder pagar, entre otras cosas, el aeródromo fantasma.

A los que enseñamos a leer, a escribir, a diferenciar lo ético de lo estético, a los que explicamos el cubismo a mentes aún por obtusar; a los que curan cuerpos y mentes, a los que luchan por salvar vidas, nos duele ya la espalda de soportar tanto recorte. Son muchos años mermando nuestros salarios y, déjeme que le diga, que la mayoría poseemos licenciaturas; algunos hasta doctorados, y no vamos en coches oficiales ni cobramos dietas por plenos y nos pagamos nuestros gastos diarios.

Usted dirá que eso de los recortes o reformas, como dice su superior al mando, está por ver, pero ya soltó la liebre el presidente de los empresarios murcianos hace más de un mes; y ahora le vuelve a dar rienda al tema el consejero de Economía en funciones, el señor Bernal. El manido dicho de «vamos a intentar por todos los medios no volver a tocar las nóminas», huele ya a chamusquina. Supongo que habrá dado ya las pertinentes directrices al señor Garre; pero, claro, es solo una suposición.

No me gusta nada en mis artículos de opinión, cuando escribo en serio „y esta es una de esas pocas veces„ personalizar. Pero cuando lo hago intento no faltar el respeto a nadie y menos a un presidente de Comunidad Autónoma, aunque sea ya en funciones. Pero, señor Valcárcel, como ciudadano de Cartagena y por ende de la Región de Murcia, he de decirle que me ha fallado usted. Su gestión, desde mi punto de vista, no ha sido acertada. Yo no soy quién para criticar el hecho de que usted haya decidido hacer de su vida una floreciente carrera política, en la cual medrar de la mejor manera posible. No soy quién para decidir sobre la vida de otros, pero sí cuando sus actuaciones conllevan cada dos por tres una traumática merma en mi forma de vida.

Creo que cuando las cosas van mal, el capitán es el último que abandona el barco. No sé cuáles son las razones que baraja usted para trasladar sus actuaciones laborales fuera de España, pero lo que sí le digo es que la impresión que da es muy distinta. En mi opinión, una persona asciende laboralmente cuando ha hecho un bien común€ y no digo más.

Antes, cuando atábamos los perros con longaniza y cada uno se preocupaba de lo suyo, a mí no se me ocurría enjuiciar a terceras personas. Bastante tenía ya en sacar adelante mi trabajo diario. He respetado el trabajo político por creerlo honesto y merecido. Pero ahora, señor presidente, somos muchos los docentes que estamos en desacuerdo con su forma de actuar. No todos los que no opinamos como usted vamos contra usted. No, no es eso, yo contra usted no tengo nada; lo tengo con su gestión y la de sus consejeros. Creo que el Gobierno murciano ha vivido de unas falsas rentas y se ha querido dotar de una modernidad de la que Murcia ha carecido por medio del endeudamiento.

Creo que la gestión de su Ejecutivo en algunos campos ha sido mala. En mi opinión, el desear que Murcia despegase de una manera pomposa ha sido, a la postre, ineficaz.

Mire, no le hablo desde la ignorancia. Usted dirá que no tengo mucha idea de lo que digo, pero déjeme que le corrija en su posible error, soy piloto privado de avión y se cómo funciona un aeropuerto. Me conozco unos cuantos. Sé, como muchísima gente, lo que costó la segunda pista de San Javier que ahora está en desuso. Sé que no hacía ninguna falta un segundo aeropuerto, ya que muy raramente aterrizan aviones en horarios matinales y la franja militar obligaba a empezar a usar las pistas a partir de las 15,30 horas. Sé los problemas que puede causar Corvera con los montes del Puerto de la Cadena a la hora de descensos en ´larga´ final cuando haya viento de lebeche, como se llama en aviación la aproximación a pista. Sé que tres aeropuertos (Alicante, San Javier y Corvera) pueden crear un colapso aéreo bastante importante. Sé que un aeropuerto no es lo que se ve desde tierra, es mucho más. Para que se hagan una idea, el cilindro de acción de un aeródromo es como un bote de Coca Cola en el que la pista es una rayita en la base del mismo.

Por tanto, sé que uno no puede endeudar al resto por creer en unas ideas de crecimiento que nos han llevado a la ruina económica. Sé que dejar de ser un huertano con los bolsillos llenos y convertirse en un adalid del turismo y del arte han mermado y mucho la capacidad de aguante de muchos de nosotros.

En Murcia hay más señores propietarios de Mercedes y puro de media que en España entera, y si no me cree, pregunte en un censo de ventas de automóviles para que vea que no le engaño. Por ello, señor Valcárcel, aterrice usted en Bruselas como pueda, que aquí está cerrada la pista por mal tiempo.