Ya escribí aquí que me parece excelente que a una falsa articulista norteamericana (Amy Martin) la Fundación socialista Ideas le pagara una millonada indecente, a condición de que la doña hiciera algo parecido a un articulismo. No es el caso. El escándalo es éste, y no el que la prensa está contando de que Amy fuese en realidad la esposa del director de la fundación, la novelista Irene Zoe Alameda. ¡También Larra firmaba como El Pobrecito Hablador! "Aunque la articulista no existiera, los artículos sí que existen", se defiende el responsable de la Fundación, Jesús Caldera. Es al contrario. Dado que el gerente del PSOE se había reunido con miss Martin para firmar un contrato, había alguien corpóreo detrás de las columnas. Lo que no tenemos son columnas. Lo que tenemos es una mierda.

Nos estamos confundiendo de chanchullo. Alguien concreto escribió los supuestos artículos para Ideas, pero los artículos son puro aire relleno, y lo más consistente de ellos está en los espacios en blanco que también se cobraron implacablemente. Un artículo, si es bueno, debe valer dinero, incluso dinero público, sin que el Pueblo lo pese en la balanza de los garbanzos. A ver si ahora lo que debe pagarse por la calidad de las columnas va a ser sometido a votación democrática entre el Respetable. Como dice mi querido Severo Almansa, diseñador, cuando le llega algún adinerado 'sincuello' montado en un 'mercedes' diciéndole que dibuja bien. "Usted perdone, no está capacitado para saber lo que yo hago bien".

Lo delictivo del tema Amy Martin es que nadie en el PSOE se preguntara qué demonios estaban publicando. Al buen y resentido pueblo español lo que le subleva es que pueda haber una tía en España que cobre 3.000 napos por artículo, y no que a cualquier cosa que llene un espacio le llamen ya artículos. Es esa mentalidad igualitaria y al peso que sufres cuando llegas a un periódico y te dice el director, con esa clásica frase que pide mármol: "Hombre, no vas a cobrar tú más por esas columnitas cortas que el que hace todos los días dos páginas sobre peñas huertanas".