Durante muchos años la gente venía preguntándose para qué sirven las Cámaras de Comercio (esa especie de remanente feudal) en el global siglo XXI, y ya tenemos la respuesta: una Cámara de Comercio sirve para que su presidente, investido de autoridad sacramental, se ponga sentencioso con obviedades. "Es preferible que vivan 20.000 personas a lo que lo hagan 20.000 lagartijas", parece que ha emitido ahora el responsable de la de Murcia, García Balibrea, acerca del necesario desarrollo turístico murciano y con una frase no sé si sacada del borrador de la largamente esperada cuarta parte de Parque Jurásico. Pero es necesario dejar sentadas las obviedades en estos tiempos oscuros, donde a la masa invertebrada hay que explicárselo todo. Balibrea, que es un gran hombre, tiene en esto razón, sensatez y santa obviedad, pero no ha estado nada oportuno.

Porque la oportunidad para la contundente denuncia de Balibrea fue hace tres o cuatro legislaturas. Cuando el Gobierno empezó a gestar el modelo de desarrollo turístico murciano y se pudieron hacer las cosas bien, o simplemente hacer las cosas. Aquí durante demasiados años el turismo consistió en esperar a ver lo que hacía el consejero siguiente. El complejo de Marina de Cope, en concreto, estuvo oficialmente 'tramitándose' pero en realidad sesteando de mesa en mesa. Y si 20.000 lagartijas no vieron afectado su hábitat en absoluto fue porque no creo existieran tantas lagartijas en todo el sureste peninsular: hace al menos un cuarto de siglo que ya no veo lagartijas por ninguna parte (hasta mediados de los 80 estaban en todas las tapias, y por alguna razón desaparecieron a la vista por completo, como las luciérnagas). Aquí turísticamente se esperó demasiado; cuando por fin se fue a hacer algo ya era mala época y encima el Tribunal Constitucional determina que cuando en Murcia no hacíamos nada para el desarrollo turístico, lo que no hacíamos también estaba mal pensado. La Ley Regional del Suelo fue un desastre que promocionaba el chalaneo (yo ya lo dije), bajo la mano maestra de un influyente diputado/portavoz del PP por Murcia que aún imparte leccioncitas de autoridad en el Congreso sobre cómo deben hacerse el fomento del país.

Hace tres o cuatro legislaturas parece que nadie en los Gobiernos ni en los organismos que podían presionarlos en lo del turismo expresó lo de García Balibrea: que en Murcia llegarían a haber, no 20.000, sino 200.000 hambrones esperando a tener para vivir una oportunidad más que las lagartijas.