Lo importante no es buscar clientes sino conseguir que ellos te encuentren y quieran trabajar contigo. Para poder atraerlos, es necesario que aprendas a comunicar con eficacia: aumenta tus opciones. Las viejas creencias hacen que pensemos que el secreto del éxito profesional son la formación y el trabajo duro, pero eso en realidad es la base. Porque lo que nos hace más valiosos no es lo que sabemos sino como lo aplicamos. Y es que en un mercado tan saturado de ofertas como el actual, hace falta incorporar la disciplina clave, el marketing (estrategia).

Este éxito profesional pasa por diferenciarse de la competencia, es decir, crear un nombre como especialista de referencia en alguna materia (rentable) de tu sector, y un concepto de empresa único. Pero, sobre todo, necesitamos que los clientes perciban las diferencias del servicio de calidad que prestamos y los problemas que solucionamos. Si cambiamos las reglas de forma inteligente (dentro del código ético y valores de la profesión) dejaremos de competir de la misma manera que el resto, dejaremos de perseguir o capturar clientes. Conseguiremos mejorar el posicionamiento en el mercado, crearemos nuevas circunstancias, y ganaremos capacidad de atracción como un profesional de prestigio.

Muchos tienen un nombre, pero pocos una marca de renombre. Y estoy seguro que alguna vez has pensado en prosperar, en hacer cosas (planificar es importante), pero lo que realmente marca la diferencia es la actitud adecuada para ejecutarlas. ¿Confiarías ahora todo tu futuro profesional solo al boca-oreja de los contactos?