Que el discurso de investidura de Valcárcel hace aguas por todas partes y no contenta a nadie? Pues normal ¡qué se creían! ¿Pensaban que el presidente iba a decir todo lo que debe y puede hacer para liar el pifostio cuando aún no ha empezado a andar su actual legislatura? Pues no, que será o no todo lo que usted le quiera decir con el pensamiento o en la calle, pero a listo no le gana nadie.

Claro que sí, su discurso pasa de puntillas por todas las áreas, sociales, empresariales, sanitarias, paro, trabajo, inversión, etc., pero es que no puede hacer otra cosa, no sería el momento.

Eso hubiesen querido los de la oposición, que se despatarragaran diciendo que va a hacer los mayores recortes de la historia, que va a subir los impuestos una barbaridad, que va a despedir a funcionarios, que va a suprimir la mitad de los cargos políticos, que no cambiará la Ley Electoral regional, que cerrará escuelas, que ni un duro pa´ nadie... Vamos, comida pa´ los pollos. Pues no, otra vez ha demostrado que es el más listo de la clase; por eso ha ganado como ha ganado, matrícula de honor cum laude, las elecciones.

Así las cosas, pataleen, señorías, convoquen los sindicatos manifestaciones contra nuestro presidente regional, lloren como… lo que no supieron defender como…. (sin machismos), que todos se fijen en lo que hace el equipo de Valcárcel, distraigan la atención del mundo mundial criticando las palabras del presi y no dejen que el populus mire hacia arriba y vea los desastres del Gobierno central, pues como se fijen un poquito nada más y vean que nuestros Pirineos están más cerca de Grecia que de Francia, van a tener que preparar un letrero para las sedes socialistas de «cerrado por derribo».

¿Es que ni en tiempos de crisis pueden ustedes ayudar dejando a un lado sus honestos intereses partidistas en beneficio de todos los murcianos?

Mejor reflexionar que desaparecer, créanme.