Por los motivos que sean, Ana Rosa Quintana nunca ha sido sospechosa de simpatizar con Pedro Sánchez en concreto ni con su espacio político en general. Tanto es así que, la decisión de trasladar su programa a las tardes eliminando a 'Sálvame' de la parrilla el pasado 2023 se leyó como una maniobra de Mediaset para apostar por un discurso conservador desde su parcela mediática frente a las elecciones.

Aunque la histórica presentadora aseguró que, a partir de ahora, su espacio iba a ser menos político, lo cierto es que a lo largo de estos meses no ha podido evitar mojarse en los temas más candentes.

Uno de estos ha sido el amago de dimisión que Pedro Sánchez ha protagonizado estos días: la influyente periodista ha dirigido su atención en el programa tanto la semana pasada como esta para comentar la decisión del Presidente de hacer un parón en su agenda para reflexionar sobre su continuidad al frente del Gobierno a raíz de la campaña que denuncia está sufriendo su mujer, Begoña Gómez.

Cambio en el discurso de Ana Rosa

Aunque podría parecer que la presentadora iba a cuestionar duramente al Presidente dijese lo que dijese, lo cierto es que ha protagonizado su editorial del lunes con un cambio respecto a la semana pasada que nadie se ha visto venir: y es que, más allá de una crítica razonable a las palabras del dirigente; Ana Rosa Quintana ha sacado toda su artillería verbal para poner de vuelta y media al político sin hacer un mínimo de introspección sobre sus palabras: algo que nadie había visto venir.

En un primer momento, el 26 de abril, Quintana expresó su indignación ante la decisión de Sánchez de prolongar un "puente de cinco días", calificándolo como una falta de respeto hacia la ciudadanía. Desde su programa en Telecinco, la presentadora cuestionó las motivaciones detrás de esta decisión, planteando la posibilidad de que estuviera relacionada con estrategias políticas, como las elecciones catalanas y europeas. Además, Ana Rosa lanzó una apuesta sobre la respuesta de Sánchez para el próximo lunes, concluyendo con un rotundo "no es no".

Sin embargo, el tono de Quintana ha cambiado en su intervención del 29 de abril, después de que Sánchez haya anunciado que dimitir no está en sus planes. En esta ocasión, la presentadora de Telecinco ha utilizado un lenguaje más irónico y sarcástico para criticar la actitud del presidente del Gobierno. Ana Rosa ha descrito la situación como una "farsa", haciendo referencia a la carta en la que Sánchez anunciaba su reflexión sobre dimitir. Además, ha ironizado sobre la comparecencia de Sánchez como un "mensaje peronista" y ha criticado su empleo de "métodos trumpistas" para enfrentar el "trumpismo".

Quintana también se ha burlado del discurso de Sánchez, señalando su decisión de quedarse en el cargo como un intento de "regenerar la democracia" y rescatando la ironía de que este 29 de abril fuera San Pedro Mártir. A pesar de su tono sarcástico, Ana Rosa no ha dejado un puntapie sin dar al Presidente.

La inquina con la que se ha ensañado frente a un discurso apacible donde el político buscaba llamar a la conciliación ha sorprendido incluso a los más asiduos a su estilo directo y enardecido.