Antena 3 emitió anoche una nueva entrega de 'Joaquín, el novato'. Sonsoles Ónega se reunió con Joaquín Sánchez para darle una masterclass de reporterismo y enseñarle todos los entresijos de la profesión. Además de recordar sus inicios en el mundo del periodismo, la presentadora desveló cómo vivió su gran salto en Telecinco, cuando pasó de ser reportera de 'Informativos Telecinco' a conductora de 'Ya es mediodía'.

"Fue un momento clave en mi carrera. Sabía que tenía que decir que sí, tenía que coger ese tren, pero no sabía si iba a estar a la altura. El verano de 2018 era de llorar todas las noches. Me metía en la cama y decía... ¡Qué necesidad!", aseguró Sonsoles durante su conversación con Joaquín, haciendo hincapié en que suponía un gran cambio en su carrera: "Sabía hacer mis crónicas, mis 25 segundos para Pedro Piqueras, y el oficio del reportero. Pero el plató tiene otras reglas".

La actual presentadora de 'Y ahora Sonsoles' reconoció que las audiencias pasaron a ser una de sus principales preocupaciones: "También pesa. Sientes que es tu responsabilidad, que si no hay buen dato es por tu culpa. Me enfrentaba a lo desconocido y me daba mucho miedo".

Ónega también recordó su faceta como presentadora de los debates de 'La casa fuerte', una etapa en la que volvió a salirse de la zona de confort: "Fue durísimo. El entretenimiento es muy complicado".

"Fue una experiencia haciendo realities enriquecedora, que me permitió valorar lo difícil que es hacerlo. Mantener cuatro horas la atención de la gente y que esté entretenida... Date cuenta que el espectador, en su casa, con el mando a distancia te reduce a la nada", admitió Sonsoles.

También reflexionó sobre las críticas que recibió por este giro en su trayectoria: "Tenía un perfil muy marcado de periodista de actualidad. Lo del reality hubo gente que lo criticó. Al final vas a seguir siendo tú, haciendo un reality, un programa de actualidad, un informativo o estando de reportero en la calle. Hay que navegar entre los temas con naturalidad".