El pasado martes, 'Sálvame' anunció que iba a dar las bombas del verano. Kiko Hernández traía consigo una pizarra para explicar que el programa iba a desvelar los nombres de un torero y un actor que habían "desleales" a sus parejas. Los colaboradores empezaron a hacer cábalas mientras Hernández seguía cebando la noticia.

"Que nadie respire tranquilo aquí. El nombre del torero se va a dar hoy", aseguró el tertuliano. Sin embargo, finalmente no hubo tales bombas. El público se quedó sin saber de quién se trataba y tampoco lo han averiguado en los siguientes días de programa, lo que ha causado indignación.

No ha sido el único intento de 'Sálvame' por atrapar a la audiencia después de unas semanas en las que los datos están siendo más discretos y en las que 'Tierra amarga' se ha hecho con el liderazgo. Este miércoles, Rocío Carrasco regresaba al plató del programa para avanzar contenidos de su nueva docuserie, 'En el nombre de Rocío'. Uno de los detalles que se iban a desvelar era la fecha del estreno, algo que tampoco ocurrió.

Por otro lado, el programa ha intentado buscar las cosquillas a Anabel Pantoja con su boda, buscando conflicto en la no invitación de la tertuliana a su padre o la supuesta queja de unos ecologistas en contra de eventos en la playa. Sin embargo, esto tampoco daba más de sí y se quedaba en un simple enfado de la colaboradora, que aseguraba tener todos los permisos necesarios para la celebración del enlace en la isla de La Graciosa.