Aunque oficialmente el verano aún no ha acabado, muchos afrontan con el fin de agosto la vuelta a la rutina tras unas merecidas vacaciones. Por ello, con el objetivo de coger fuerzas de cara a lo que esté por llegar, qué mejor que algo tan antiguo como relajarse mediante actividades en el entorno natural, esta vez con un toque de innovación, que nos ayuden a alcanzar esa paz tan buscada. Por ejemplo, los llamados baños de bosque, una terapia japonesa que se inició en los años 80 y que consiste en caminar lentamente por el bosque (o cualquier espacio natural) sin prisa, conectados a través de nuestros sentidos, siendo conscientes y dedicándole el tiempo necesario. Un paseo inmersivo que se recorre de forma pausada a través de los seis sentidos, incluyendo el sentido de la intuición, y que no requieren ninguna condición física, por lo que todos podemos disfrutar de sus beneficios físicos y mentales.

Si preferimos relajarnos en el medio acuático, la mejor opción es el Stand Up Paddle Yoga, con el que poder practicar posturas de yoga encima del agua mientras tonificas el cuerpo, mantienes el equilibrio, aumentas la flexibilidad y mejoras la concentración. Se comienza con asanas sencillas, las cuales te ayudarán a ganar seguridad encima de la tabla, y poco a poco avanzarás con otras más atrevidas para acabar disfrutando de una relajación total.