La foto data de los años 20, y es propiedad del Laboratorio-Museo Loustau de la UMU. Corresponde al laboratorio de Biología, en la que se puede vislumbrar, al fondo, la cabeza del rector Loustau junto a sus alumnos en una de las clases prácticas de la Universidad. Corresponde al libro Crónica General de la Universidad de Murcia, escrito para evitar que la Universidad de Murcia fuese cerrada definitivamente. En el pequeño volumen se expone que el laboratorio de la Facultad de Ciencias «está reputado como el mejor de España», afirmación sin duda arriesgada, pero que ponía de relieve su excelente dotación.

El laboratorio de Biología contaba con 32 microscopios, algunos de gran tamaño y potencia, así como diversos accesorios de micrografía y colecciones de preparaciones micrográficas y de anatomía vegetal realizadas por el propio Loustau, que planificaba concienzudamente cada una de sus clases.

Contaba también con veinte equipos completos de disección y colecciones de esqueletos de mamíferos y aves, colección de modelos de Botánica y anatomía vegetal, de láminas murales de zoología (incluidas algunas dibujadas a mano en los propios laboratorios de la Universidad de Murcia), aparatos de proyección, colecciones de diapositivas y un cinematógrafo.

La Universidad de Murcia contaba además con laboratorios de Microbiología, de Mineralogía, de Física y de Química, y también con varias colecciones de minerales, una de ellas donada por el Instituto Geológico, así como otras de minerales regionales regaladas por particulares de toda la provincia.