El origen de Verónica es una historia real que la productora Apache tenia interés en producir y para lo cual se puso en contacto con el director valenciano Paco Plaza. El resultado ha sido reventar el género desde el realismo. «Queríamos desactivar códigos„declaró„, y clichés muy de género que empobrecen la experiencia. Lo que tratábamos era lograr un universo creíble: las películas dan más miedo cuando sus personajes y reacciones son más plausibles». La cosa tiene un comienzo más que clásico, con una sesión de ouija entre adolescentes que convoca una presencia que atemoriza a una familia. A la adolescente Verónica le superan los acontecimientos paranormales en una edad de tránsito. «Todos los que tenemos una educación católica estamos predispuestos a lo sobrenatural. De niño me enseñaban como dogma que Cristo había muerto y resucitado. Cuando asumes la vida después de la muerte tu cerebro se vuelve un terreno abonado para la superstición».