Hoy lloraría la huerta por ti.
Esa madre a quien leías las cartas de su hijo desde Alemania. En las que le decía que ya tenía bastante ahorrado para casarse con su novia, no antes de arreglarle a ella su casita huertana.
O a esa otra que desde la mili le decía que la echaba de menos y que gracias por los chorizos y que le cuidase bien sus perritos y canarios hasta su vuelta.
O a esa novia, celosa e impaciente, que tenía celos de alguna alemana descomunal, (seguro que imaginaria) y le llevaba alguna cajita que otra de camisones, combinaciones y lencería de nylon, que no había por Murcia.
Y esos niños que esperaban billeticos para su traje de primera comunión de sus padrinos, esas letras que llevaba y traía con amor y que tanto le inspiraban de amores, vivencias, paisajes de huerta, montaña y mar.
Cuántas veces oiría quien supiera escribir.
Te añoremos siempre entre recuerdos de cartas amarillas como el otoño que te lleva lejos de nosotros.
Para Francisco Sánchez Bautista, poeta y cartero de la Huerta de Murcia.