“Estoy ingresado en el Hospital Morales Meseguer con la neumonía del covid. Di positivo. En proceso de recuperación. Tengo bajo el oxígeno en sangre. Lucharé por superarlo y salir pronto”. Recibo el mensaje de Pepe Molina poco antes del mediodía del pasado 22 de enero. Le doy ánimos. Le digo que seguro que de ésta sale todavía más fuerte. No tarda en responder. “Lo hemos cogido muy a tiempo (…) Me encuentro con ánimo”. Pero su lucha no era solo contra la covid. Era contra lo que había luchado toda su vida: contra la corrupción, contra el nepotismo, contra la injusticia que asumimos como si fuera inherente a nuestras vidas. Contesta a renglón seguido desde su cama de hospital: “Hay que denunciar la corrupción que impera por las altas esferas, que los protocolos son solo para los débiles; los poderosos siempre se han saltado las barreras”. 

Pepe Molina no era un tipo fácil de convencer a la hora de decirle que diera una tregua en su lucha, no a la lucha contra la covid, la otra lucha, la permanente, la del Quijote a la que hace mención Miguel Hernández en su artículo. A la una y ocho minutos del mismo 22 de enero recibo otro mensaje: “Cuenta con un artículo, empiezo ahora, lo escribo desde el móvil”. 

El expresidente del Consejo de la Transparencia tenía 83 años, pero tras su paso cansado, tras el desgaste del tiempo, su discurso era limpio, joven, el de un idealista que aún sueña con cambiar el mundo. Nunca me encontré antes con alguien así. Tenemos que dar la voz a los jóvenes, tenemos que dar la voz a los barrios, me decía. ‘Transparencia a pie de calle’ se llamaba el último proyecto en el que se hallaba inmerso.  

Pepe Molina ha perdido la batalla contra la covid. Pero es que él estaba en otra lucha, que lo requería todo, todos sus esfuerzos. A partir de hoy el cielo debe ser más transparente. Que vayan escondiendo los papeles sucios, si los hubiera, que ha llegado un joven idealista y tenaz dispuesto a levantar todas las alfombras. 

Descansa en paz, Pepe, desde aquí abajo te echaremos mucho de menos, pero intentaremos seguir tu ejemplo.