Irregularidades en la gestión de la Covid

Ábalos coincidió con la trama de Koldo cuando cerraban negocios en Canarias

El entonces ministro de Movilidad, su asesor y uno de los jefes de la organización corrupta se hospedaron el 21 de noviembre de 2020 en el Hotel Santa Catalina

El 21 de noviembre de 2020, Ángel Víctor Torres y José Luis Ábalos visitan el centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Las Palmas y la Capitanía Marítima a causa del fuerte repunte migratorio que vivían las Islas.

El 21 de noviembre de 2020, Ángel Víctor Torres y José Luis Ábalos visitan el centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Las Palmas y la Capitanía Marítima a causa del fuerte repunte migratorio que vivían las Islas. / EFE

P. Ruiz

¿Coincidencia? Nada es casual. Por eso está apuntado y el texto escrito en letra negrita -la usada para destacar las cosas importantes- en el informe de los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que desentraña la enmarañada madeja del denominado caso Koldo. El mismo día, en el mismo hotel, en el Royal Hideaway Santa Catalina, cinco estrellas superlujo, se hospedan en Las Palmas de Gran Canaria el entonces ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, su asesor Koldo García y el empresario Javier Serrano Costumero. La fecha: 21 de noviembre de 2020.

Cuatro años después Koldo García y Serrano son detenidos junto a otras 17 personas por montar una trama de corrupción dedicada al cobro de comisiones por los contratos firmados con las administraciones públicas para la adquisición de material sanitario contra la pandemia. Están acusados por la Fiscalía Anticorrupción de malversación, tráfico de influencias y blanqueo de capitales en una causa que se investiga en el juzgado de instrucción número 2 de la Audiencia Nacional. Ábalos está ahora suspendido de militancia en el Partido Socialista, del que fue secretario de organización. Y Canarias aparece como un territorio de provisión para esta trama de corrupción con derivación política.

El 25% de sus beneficios de la trama salieron de Canarias, de contratos adjudicados por el procedimiento de negociado sin publicidad y con carácter de emergencia por el Gobierno de Ángel Víctor Torres, ahora ministro de Política Territorial y Memoria Democrática. 15,3 millones de euros.

El origen

Volvamos cuatro años atrás. A noviembre de 2020. El nombre de Koldo, el de su jefe, Ábalos, y el de su cómplice, Serrano, aparecen en el registro de huéspedes del Hotel Santa Catalina cuando los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la encargada de la investigación de los delitos más graves de la delincuencia y el crimen organizado, empiezan a rastrear, desde que se abre en abril de 2022 la causa en la Fiscalía Anticorrupción, los movimientos del asesor del ministro y sus compinches durante la pandemia. El día, un viernes, y la fecha, son importantes.

En la agenda oficial de Ábalos se incluía ese 21 de noviembre un acto oficial: la visita al centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Las Palmas y la Capitanía Marítima por la crisis migratoria, con decenas de subsaharianos hacinados en el muelle de Arguineguín. Koldo y Serrano tenían otros intereses. Más prosaicos, menos solidarios. Más dinero.

Dos semanas después de esa pernoctación en el Hotel Santa Catalina, el 3 de diciembre, el Gobierno de Canarias aprobaba un decreto en el que anunciaba la gratuidad de las pruebas serológicas para todos aquellos residentes canarios que decidieran regresar a las Islas por Navidad. No se podía entrar en los puertos y aeropuertos canarios sin una prueba de PCR y antígenos.

Pruebas gratis con Megalab

Las pruebas eran gratis, pero con una condición: que los análisis se hicieran en los laboratorios clínicos de Eurofins Megalab distribuidos por todo el territorio nacional. Para facilitar los trámites el propio Servicio Canario de Salud ofrecía un correo electrónico y un teléfono para cerrar la cita con el laboratorio. Objetivo cumplido para la trama de Koldo. Aquí tienes más información sobre la venta de test de Covid al Sercicio Canario de Salud.

Eurofins Megalab, una multinacional de análisis clínico asociada a la organización corrupta, logró vender al Servicio Canario de Salud pruebas PCR y de antígenos por 3,1 millones de euros, no solo por los servicios prestados aquellas navidades en plena pandemia, sino por los que siguieron haciendo hasta mayo, cuando finalizó el acuerdo con la Administración sanitaria canaria.

El consejero delegado de Eurofins Megalab, David Siguero Casero, conspiraba gracias a Koldo. Aunque los negocios de verdad los hacía con su amigo Javier Serrano, quien junto a otros tres detenidos -Ignacio Díaz Tapia, Víctor Gonzalo de Aldama y César Moreno García- son los cabecillas -los ‘4 mosqueteros’, se denominaban en un grupo de wasap- de la trama corrupta. A Koldo lo tenía a sueldo con comisiones. La jugada les salió ganadora al colocar al Ministerio de Movilidad y Sanidad que las pruebas rápidas contra el covid en puertos y aeropuertos, obligatorias para entrar en el territorio nacional, las hiciera Eurofins Megalab.

En el caso de Canarias, incluso con recomendación. Si eras residente, vivías en la Península y querías entrar en las Islas sin tener que pagar por el certificado libre de covid tenías que ir a un laboratorio de Eurofins Megalab. Si no, no. 

Proximidad sospechosa

Por eso los agentes de la Guardia Civil anotan la pernoctación de Koldo, Ábalos y Serrano en el Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria el 21 de noviembre. Por su proximidad al primer acuerdo que Eurofins Megalab cierra con el Servicio Canario de Salud. Ábalos sostiene que desconocía los tejemanejes de su asesor. En el caso de Koldo y Serrano, las pruebas recopiladas por los agentes de la UCO si no les ahorcan, les aprietan.

Desde julio los ‘4 mosqueteros’ pergeñaban cómo sacar tajada de la orden aprobada por el Gobierno de España para imponer controles en puertos y aeropuertos contra el covid. Se habían movido en segundo y terceros niveles en los Ministerios de Sanidad y Transportes, pastoreados de la mano de Koldo con jefes de gabinete, directores generales y secretarios de Estado, y preparaban otro gran golpe a las arcas públicas.

Tras las intervenciones telefónicas y los análisis de los mensajes intercambiados por los integrantes del grupo de wasap los ‘4 mosqueteros’, la Guardia Civil descubre en el teléfono móvil de uno de ellos, el de Ignacio Díaz Tapia, dos menciones a Ángel Víctor Torres y una captura de imagen de un mensaje con el entonces viceconsejero de la Presidencia y ahora jefe de gabinete del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Antonio Olivera. Aquí tienes más información sobre los vínculos del ministro Torres con la trama Koldo.

El primero es del 20 de agosto. "Nacho [Ignacio Díaz de Tejada] manda un mensaje [al grupo de los 4 mosqueteros] y dice que hoy llamarán, a las 7 habla Illa [ministro de Sanidad] con el de Canarias [Ángel Víctor Torres] para darle en principio el OK", informa la Guardia Civil al titular del juzgado de instrucción número 2 de la Audiencia Nacional que investiga el caso. El segundo es del 25 de agosto. "Nacho dice que necesita que alguien vaya a hacer seis PCR al Ministerio de Transportes con él, que ahora le explica, a continuación les manda un pantallazo de una conversación con Ángel Víctor Torres". Ese pantallazo no aparece en el atestado.

El 8 de septiembre entra Antonio Olivera. "Buenas tardes, Antonio. Soy Nacho Díaz de Megalab, te he llamado, pero no tendrás mi número. Me ha dicho Koldo que te llamara. Cuando puedas hablamos". "Ahora te llamo", le contesta Olivera.

Preparativos

Eurofins Megalab estaba allanando el terreno para aterrizar en Canarias. En el verano y otoño de 2020 la trama enreda al ex titular de Sanidad Salvador Illa, Ábalos y Torres, contacta con Olivera, y antes de Navidad ya tiene cerrada la primera adjudicación con la Administración canaria. De ahí que en el primer viaje oficial del ministro a las Islas durante la pandemia, el 21 de noviembre, en el hotel donde se hospeda, el Santa Catalina, aparezca también como cliente su asesor, Koldo, nada raro, y Javier Serrano, un huésped más si no se supieran, como ahora se saben, todos los hechos desvelados por la Guardia Civil. En la organización, Serrano se dedica a camuflar las ganancias a través de sociedades en España y en el extranjero, sobre todo en Portugal.

Ese mismo día, el 21 de noviembre, y en Las Palmas de Gran Canaria, Koldo arregla también algo que le tenía preocupado: los 2,9 millones de euros cuyo pago el Servicio Canario de Salud retenía a Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresa -otra de las sociedades de la trama- por el envío de 837.000 mascarillas no aptas. En una reunión con responsables de la Administración sanitaria canaria se le garantiza un arreglo. A Soluciones de Gestión se le da una segunda oportunidad, se le hace un nuevo encargo, y se solventa la deuda.

Ábalos, Koldo, y la comitiva que le acompaña, escoltas, compañera e hijos, se dan un merecido descanso. Alquilan unas habitaciones el Gran Melia Palacio de Isora de Tenerife. Y se lo pasan de lujo.