Elecciones vascas

La marca electoral para los comicios vascos abre otra pugna entre Sumar y Podemos

El partido morado está decidido a continuar con la marca de la coalición Elkarrekin Podemos aunque IU, el otro miembro de la alianza, concurre ahora con Sumar

Pilar Garrido y Yolanda Díaz, en un acto durante la campaña electoral para las autonómicas de mayo.

Pilar Garrido y Yolanda Díaz, en un acto durante la campaña electoral para las autonómicas de mayo. / Europa Press

Ana Cabanillas

Sumar y Podemos se encaminan a un nuevo choque de cara a la siguiente cita electoral después de las gallegas: las elecciones en País Vasco que se esperan para primavera. Unos comicios de especial relevancia para ambas fuerzas, que parecen haber enterrado las opciones de acuerdo y se preparan para medirse en las urnas. Se da la circunstancia de que Euskadi es uno de los pocos territorios donde resiste el espacio a la izquierda del PSOE, que cuenta con seis diputados bajo las siglas 'Elkarrekin', que aglutinan a Podemos e IU. Una marca que los morados planean seguir empleando, aunque el que fuera su principal aliado, Izquierda Unida, ya ha firmado un preacuerdo para ir a las elecciones en coalición con Sumar.

La propia secretaria general de Podemos, Ione Belarra, abanderó esta marca cuando ratificó a Miren Gorrotxategi como candidata del partido a los comicios. "Tenemos una oportunidad única de que en Euskadi haya un gobierno que se parezca más a la gente. Para eso es imprescindible que Elkarrekin Podemos esté más fuerte que nunca", aseguró a principios de febrero, asumiendo como propio el nombre de la coalición. Los planes de la cúpula morada pasan ahora por mantener como propio el nombre de la coalición en Euskadi, dando continuidad a lo que consideran una marca ampliamente consolidada en la política vasca. Unas siglas que se han convertido ahora un activo político en disputa y que recogen el legado de formaciones que ahora están llamadas a enfrentarse en las urnas.

En Podemos ya emplean el nombre de Elkarrekin con total normalidad, mientras en Izquierda Unida apuntan a que en todas las negociaciones de la coalición -las últimas, las municipales de mayo-, "se acordó expresamente la no utilización de estas siglas unitarias a menos que concurrieran todos los actores" implicados. Una directriz que los morados parecen dispuestos a incumplir. Llegado el caso, Izquierda Unida podría recurrir el uso de la marca ante la Junta Electoral, aunque en la formación evitan a día de hoy situarse en ese escenario. Confían en que se abra un mínimo resquicio que pueda alumbrar una candidatura de unidad en la que también entre Podemos. A día de hoy las posibilidades de acuerdos son nulas, según admiten fuentes próximas a la negociación. No hay reuniones previstas entre Sumar y Podemos, que ya han comenzado a hacer campaña cada uno con su propia candidata a la Lehendakaritza; Gorrotxategi por los morados y Alba García por parte de Sumar.

Marca asentada

En este contexto, el nombre de la coalición se presenta como un elemento de gran valor, después de cosechar buenos resultados en las dos últimas elecciones forales y al ser una de las pocas marcas que se han consolidado, tras revalidarse en distintos comicios: 'Elkarrekin' (`Juntos') nació para las elecciones de 2016 con Podemos, IU y Equo, y volvió a emplearse en 2020, esta vez con Podemos e IU. En las pasadas municipales, 'Elkarrekin' volvió a estar en la papeleta en las tres provincias vascas y la propia Yolanda Díaz acudió a Donosti en campaña para pedir el voto a estas siglas.

Aunque durante meses Podemos y Sumar en el País Vasco trataron de abstraerse de los choques que se estaban produciendo a nivel nacional, evitando verse influidos por la ruptura de los primeros en el Congreso y por el desdén que Díaz exhibió hacia morados en las negociaciones gallegas. Las negociaciones fueron complicadas desde el primer momento por las diferencias en cuanto a diagnóstico: Podemos exhibía los seis diputados de la marca y se erigía como el principal referente del espacio en la política vasca, al tiempo en que insistia en la carencia de estructura por parte de la federación vasca de Sumar -Sumar Mugimendua-. Estos últimos, a su vez, consideran que los últimos movimientos políticos en la arena nacional han condenado a los morados a ocupar un espacio residual de la izquierda, y confían en el tirón de la marca de Sumar, en la agenda legislativa impulsada desde el Gobierno central y en la figura de Yolanda Díaz.

El encuentro entre los dos actores se hizo ya imposible después de que cada uno de ellos presentara a una candidata distinta. Pero hasta entonces, los morados confiaban en poder revalidar la alianza electoral con Izquierda Unida, que finalmente anunció un acuerdo con Sumar para concurrir en coalición a las vascas. Un acuerdo que llegó por sorpresa, del que la líder de Podemos en Euskadi, Pilar Garrido, dijo haberse enterado "por la prensa", y que desembocó en una cascada de reproches hacia el partido de Yolanda Díaz por haberles "excluido".