Votación clave en el Congreso

Junts salva con su abstención dos decretos del Gobierno y Podemos tumba el del paro

El decreto judicial, en cambio, fue convalidado en el primer intento. En cambio, el decreto laboral, que implicaba un aumento del subsidio de desempleo, no fue aprobado, debido al veto de Podemos

Juan Ruiz Sierra / Iván Gil

Más difícil todavía. Junts per Catalunya llevó al límite la negociación con el Gobierno para convalidar los tres primeros decretos de la legislatura. Los posconvergentes se movieron durante toda la jornada en el 'no', pero finalmente cambiaron de posición tras un proceso agónico que terminó con importantes frutos. En lugar de rechazar los textos, que incluyen medidas sociales, o de abstenerse, los siete diputados posconvergentes optaron en un primer momento por una actitud muy poco común: no participar en la votación. Las medidas anticrisis tuvieron un resultado de empate por un diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, que se confundió. La norma cosechó 171 apoyos y 171 rechazos, así que la votación tuvo que repetirse. En el segundo intento, en el que Junts sí se abstuvo, salió adelante por la mínima: 172 a 171. 

El decreto judicial, en cambio, fue convalidado en el primer intento. En cambio, el laboral, que implicaba un aumento del subsidio de desempleo, no fue aprobado, debido al veto de Podemos. Miembros del Gobierno durante la pasada legislatura, los morados se convirtieron este miércoles en el elemento más inestable de todos los que componen el heterogéneo bloque que propició la reelección de Pedro Sánchez al frente de la Moncloa. Acabaron respaldando las medidas anticrisis tras pactar una ampliación de la moratoria de los desahucios hipotecarios hasta 2028, pero no se movieron del no en el decreto proveniente del Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, su antigua compañera de coalición.

Las contrapartidas a Junts para que no torpedease los decretos fueron más jugosas. Los posconvergentes, según explicaron en un comunicado, lograron el compromiso de que el artículo 43 bis de la ley de enjuiciamiento civil será suprimido vía enmiendas cuando el decreto que lo incluye sea tramitado como proyecto de ley. Se trata de un precepto que, a su juicio, ponía en peligro la aplicación de ley de amnistía, al señalar que las causas judiciales quedarán paralizadas ante una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la UE. También obtuvieron el traspaso integral a la Generalitat de las competencias de inmigración en una fecha no especificada, así como la publicación inmediata de las balanzas fiscales. Junts, por último, pactó que el IVA reducido del aceite pase del 5% al 0%.

Los morados, en batalla con Sumar, se convierten en el elemento más inestable del bloque de investidura

Los posconvergentes, en cualquier caso, dejaron claro que una cosa era la investidura y otra muy distinta la legislatura, acercando por el camino el fantasma de la inestabilidad. Fue un aviso con mayúsculas, a las puertas de que llegue al Congreso el proyecto de Presupuestos de 2024, que refuerza el protagonismo de Carles Puigdemont para determinar el alcance del mandato de Sánchez. “Las cosas no van a ser como hasta ahora”, advirtió por la mañana desde la tribuna la portavoz del Junts, Míriam Nogueras. 

Una nueva realidad

En la pasada legislatura, el Gobierno logró salvar la gran mayoría de sus votaciones. Sufrió con la convalidación del decreto de la reforma laboral, que salvó gracias a un voto erróneo del PP, y solo perdió la votación de un decreto, relativo al uso de los remanentes de los ayuntamientos. A diferencia del pasado periodo, cuando la presencia de Ciudadanos le permitía cierta geometría variable, el Gobierno depende ahora de todos sus socios, con el único margen de la abstención de uno de los grupos.

Desde PNV a EH Bildu, pasando por ERC y BNG, sus portavoces compartieron las críticas al Gobierno por sus “formas” a la hora de presionar a sus socios sin apenas margen temporal para negociar y con decretos ómnibus, incluyendo en diversos e inconexos asuntos. 

“Actúan como si tuvieran mayoría absoluta, es al Gobierno a quien corresponde obtener los votos necesarios para llevar adelante sus iniciativas”, replicó la diputada jeltzale Idoia Sagastizabal. La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, reclamó que “el Gobierno debe tomar nota de lo ocurrido, entender que debe dialogar con tiempo suficiente y que todos somos imprescindibles”. Néstor Rego, del BNG, pidió al Gobierno “tomar nota” y tramitar sus iniciativas de forma más ordenada y sin recurrir sistemáticamente a los decretos. “No pueden jugar de esta manera”, se quejó en los pasillos del Senado, donde tuvo lugar el debate por estar en obras el Congreso.

Distintos cargos socialistas admiten que las formas utilizadas por el Gobierno, negociando a última hora, contribuyeron poco al acuerdo. “Hay que cambiar de actitud”, señaló un diputado. “Hemos actuado igual que la pasada legislatura, como si Junts fuese ERC, pero no es lo mismo. Primero, porque no se mueve con las mismas lógicas de izquierda. Y después, porque busca siempre diferenciarse de los republicanos”, argumentó otro.

El discurso de Nogueras

Antes de que Junts decidiese no participar en la votación, todo apuntaba a un veto a los decretos por parte del partido del expresident Puigdemont. El discurso desde la tribuna de Nogueras parecía dejar muy poco espacio al cambio de votación. “La estabilidad de la legislatura está sujeta a los avances y cumplimientos de los acuerdos. Esta aventura la iniciamos las dos formaciones conociendo los riesgos. Ustedes no lo han hecho bien. Y cuando se han puesto a hacerlo bien, ya era seguramente demasiado tarde. Hemos tenido que llegar a esta situación límite para que algunos entendieran que Junts no da sus votos a cambio de nada”, reprochó.

Los posconvergentes consideraban que las normas incurrían en invasión de competencias catalanas y ponían en riesgo la amnistía. Al mismo tiempo, negociaron con el Gobierno un plan para el retorno de las empresas que se marcharon de Catalunya al calor del ‘procés’ independentista de 2017. Su petición era que el Ejecutivo retirase los decretos y volviese a sentarse a negociar, pero un gesto de este tipo dejó de ser posible a partir de las nueve y media de la mañana de este miércoles, cuando comenzó la votación telemática. “Si ustedes no cuentan con Catalunya, no pueden pensar que cuentan con los votos de Junts. Han complicado mucho una negociación que era muy sencilla. O quizá estaban muy bien acostumbrados”, concluyó la portavoz posconvergente, en un dardo dirigido a ERCque votó a favor de los decretos.

Los decretos debatidos este miércoles incluyen medidas de gran calado. La gratuidad del transporte público para los usuarios frecuentes. La subida de las pensiones y el subsidio de desempleo, aunque esta última decayó debido al rechazo de Podemos. El IVA del 0% para los alimentos básicos. La suspensión de los desahucios. Y reformas que son condición previa para la recepción de una parte importante de los 10.000 millones de euros provenientes de los fondos europeos.

El Gobierno se esforzó en subrayar las consecuencias que la derrota parlamentaria tendría para los ciudadanos. “Votar sí es apostar por el bienestar, hacer el bien. Votar no es volver a los recortes sociales”, ha señalado durante el debate el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños. Pero el discurso no terminó de calar hasta el último momento en Junts, que finalmente decidió dar un voto de confianza al Gobierno. Sánchez, de forma agónica, vuelve a salvar gran parte de los muebles. 

“Es un gran día para la mayoría social de este país. Estamos satisfechos. Hemos tenido que trabajar, pero bien está lo que bien acaba”, dijo el presidente del Gobierno al filo de las nueve de la noche, tras 12 horas de debates y votaciones. Sánchez, muy sonriente, centró su mensaje en las críticas a la “oposición destructiva” del PP y evitó detenerse en las concesiones a Junts. Sobre Podemos, se limitó a señalar: “Ellos tendrán que valorarlo”.