En un informe final

La Guardia Civil concluye que Rovira coordinó Tsunami Democràtic desde su cúpula

Rovira también señala que participó en el 1 de octubre de 2017 con “abuso de posición”

La protesta de Tsunami Democràtic en la frontera el 11 de noviembre de 2021.

La protesta de Tsunami Democràtic en la frontera el 11 de noviembre de 2021. / MANU MITRU

Ángeles Vázquez / J. G. Albalat

La Guardia Civil se reafirma en las conclusiones de sus pesquisas y en un informe presentado este mismo jueves en el Juzgado Central de Instrucción número 6 sitúa a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en la cúspide de la plataforma Tsunami Democràtic, según las conversaciones intervenidas a los presuntos miembros de su cúpula en la plataforma de distintas mensajerías rápidas. En ellas, Rovira, que ha retrasado su vuelta a España hasta que se concrete su responsabilidad en este procedimiento, se presenta como una persona capaz de "recabar apoyos de una corporación", que "con toda probabilidad" es Esquerra, señalan los investigadores.

El informe, de 200 páginas, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, del Grupo Prensa Ibérica, hace un resumen de las averiguaciones que lleva desarrollando desde septiembre de 2019 cuando nace la plataforma, de cara a que se puedan concretar las imputaciones, ya que de momento solo tiene esa condición el empresario Oriol Soler, a través de los recursos que presentó después de que el juzgado de Barcelona que instruye el caso Voloh remitiera documentación a la Audiencia Nacional. Los investigadores sitúan a un total de nueve personas en la cúpula de la plataforma, con distintas funciones que van desde la coordinación de las acciones, a la búsqueda de financiación y apoyos, tanto ciudadanos como de las entidades y partidos soberanistas.

Rovira, que en las conversaciones se presenta como 'Matagalls', justo el pico que eligió en la campaña de cimas que se llevó a cabo a favor del independentismo, afirma en uno de los mensajes que participó en el 1 de octubre de 2017 algunos, como ella, hicieron un “abuso de su posición”, y que en octubre de 2019 también tuvo que hacerlo "para bendecir a Tsunami Democràtic ante las organizaciones". Los investigadores concluyen que la "Marta" que reside en Ginebra (según los comentarios que le hace el historiador Josep Lluís Alay), tiene ascendencia sobre el exconseller de ERC Xavier Vendrell y acceso a la "gente de Lledoners”, en referencia a los condenados del procés por el Tribunal Supremo es Rovira.

El 3 de octubre de 2019 Vendrell le dice: “Se está reclutando gente para hacer vuestra acción que lo está charlando en la dirección”. Acto seguido, le 'Matagalls' reporta que existen ciertos problemas para llevar a término el encargo. El exconseller responde: “Supongo que, dado que no se ve como una acción peligrosa y/o no tiene el morbo de las urnas, el personal se ha relajado... trato de poner orden, pero al no haber una sensación de mando único, todo el mundo duda de todo. No está siendo fácil, la moral de la tropa está tocada. Pienso que cuando las primeras acciones salgan bien todo el mundo reaccionará, pero cuesta arrancar”. En otro mensaje le comenta: “Sería necesario que la estructura del partido no la tuviéramos en contra”.

Además de a ambos, la Guardia Civil también sitúa en la cúpula al diputado de ERC Ruben Wagensberg, cuya imputación, si finalmente se entiende necesaria, determinaría que la causa pasara al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, al ser aforado. Eso si finalmente no saliera adelante la ley de amnistía tal y como la han pactado PSOE y ERC, que incluye a los investigados en Tsunami Democràtic entre los que serán perdonados.

La Guardia Civil constata que Tsunami Democràtic “no surgió de forma espontánea, sino que fue el resultado de una estrategia minuciosamente planificada para protestar contra la sentencia del juicio del “procés”. En su opinión fue “una herramienta” que sirvió como “elemento desestabilizador y de presión política” a través de la movilización social a “gran escala”. La estrategia y hoja de ruta consistía en la ejecución de acciones de gran envergadura que “comprometieran la estabilidad económica, social, empresarial e institucional de España”.

Primera en tuitear

Señala que Rovira fue "la personalidad que más rápido retuiteó el primer mensaje" de Tsunami: "Solo tardó tres minutos en leer el tuit, retuitearlo, pensar un comentario y transcribirlo", destacan los investigadores, que esgrimen este argumento para defender que el nacimiento de la plataforma obedecía a una campaña coordinada para convertirse en el centro de la respuesta a la sentencia del Supremo.

Las acciones, añaden, produjeron una “alteración grave del orden y de la paz pública”, en la que “hubo momentos en los que se puso en riesgo la integridad física de los usuarios de la vía pública”, así como “la libertad y el patrimonio de muchos ciudadanos de Cataluña”. Unas acciones, que dicen fueron “planeadas premeditadamente y con una clara intencionalidad”: provocar grandes perjuicios económicos a las principales estructuras del sistema económico y, por ende, desestabilizar la economía española (con el bloqueo de los aeropuertos de Barcelona y Madrid, sobre todo el primero), aislar a España del resto de Europa (corte de la autopista AP-7 en la frontera con Francia, que supuso unas pérdidas de 15 millones de euros diarios) o internacionalizar el conflicto proyectando una imagen antidemocrática de España en el exterior (actos durante la celebración del clásico en el Camp Nou el 18 de diciembre de 2019).

Para llevar a cabo alguna de las acciones de Tsunami, fue necesario, según los investigadores, cometer otro tipo de ilícitos como, por ejemplo, la falsificación de tarjetas de embarque de avión que fueron repartidos en los perfiles oficiales de las distintas redes sociales, para que los participantes de su convocatoria del 14 de octubre de 2019 pudieran sortear los controles de acceso al Aeropuerto de Barcelona. O maquillar facturas, según propone Oriol Soler en un chat llamado "Minicampaña Donativos". El empresario "menciona hacer un aval, hacer una factura de publicidad con un concepto real de una cosa que hayan hecho y del concepto del pago", lo que para la Guardia Civil es "una factura falsa".

Las acciones del Tsunami eran ejecutadas por diferentes personas que integran la organización, se coordinaban entre sí y, en ocasiones, desconocían la identidad real de su interlocutor como medida de seguridad. Los promotores utilizaban aplicaciones de mensajería cifrada en las que empleaban seudónimos. En consecuencia, subraya la Guardia Civil, los participantes trabajan coordinados, pero sin conocerse siempre, dificultando así, las posibles filtraciones que comprometerían el éxito de la acción.