Nuevo criterio

El Congreso modifica el voto de viva voz tras el error de Eduard Pujol en la investidura de Feijóo

El objetivo es "garantizar la seguridad jurídica y proteger el ejercicio de derecho fundamental del voto"

Eduard Pujol, de Junts, se equivoca y vota sí a Feijóo /

JOSÉ LUIS ROCA

Miguel Ángel Rodríguez

Sus nombres no serán tan recordados como el de Alberto Casero, el diputado del PP que salvó la reforma laboral de Yolanda Díaz, pero sí quedarán registrados en las crónicas parlamentarias por sus errores en la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Primero, el del diputado socialista Herminio Rufino Sancho, que logró enmendar su 'sí' al líder del PP por un error al leer su nombre; después el del parlamentario de Junts Eduard Pujol, cuyo voto a favor del presidente conservador acabó siendo declarado nulo. Con dos equivocaciones garrafales en un votación de viva voz, el Congreso ha querido conjurarse contra futuros despistes -sobre todo ante una hipotética investidura de Pedro Sánchez que irá muy ajustada- y ha aprobado una modificación para este tipo de situaciones que permitirá corregir el sentido del voto de manera inmediata.

Hace ya varias semanas, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, presentó a la Mesa de la Cámara baja un criterio interpretativo sobre la validación de los votos que se realizan de manera pública y por llamamiento. Fuentes cercanas a la presidencia explicaron que el objetivo es "garantizar la seguridad jurídica y proteger el ejercicio de derecho fundamental del voto". Esta modificación, que permitirá ahora enmendar este tipo de equivocaciones, ha sido aprobada este viernes por la Mesa del Congreso por unanimidad.

Antecedentes y futuro

En el artículo 86 del reglamento del Congreso se estipula que en el voto por llamamiento "un Secretario nombrará a los Diputados y éstos responderán '', 'no' o 'abstención'". Nada más. En la práctica diaria se añade un paso más, el miembro de la Mesa que va leyendo los nombres repite, además, el sentido del voto expresado por cada diputado para verificarlo, dando así opción a corregirlo en el momento.

Esto ocurrió, por ejemplo, en marzo de 2018, cuando el entonces jefe de Gabinete de Mariano Rajoy y diputado por Barcelona, Jorge Moragas, votó 'sí' a la moción de censura presentada por Pablo Iglesias contra el líder del PP. Entre risas de sus compañeros, Moragas se enmendó rápidamente y su voto se contabilizó como negativo. Con el caso de Pujol no ocurrió lo mismo. La secretaria cuarta de la Mesa, la popular Carmen Navarro, dio por bueno el 'sí', pese a la rectificación inmediata del diputado de Junts. Finalmente, la Mesa acabó declarándolo nulo. 

Así, ante el conflicto surgido en la investidura de Feijóo, Armengol decidido fijar una interpretación del reglamento que establezca que en las votaciones públicas por llamamiento, el diputado anuncie el sentido del voto, este sea repetido por el secretario de turno con el fin de garantizar su correcta comprensión, y en caso de error, el diputado pueda corregirlo, siempre y cuando lo haga de "manera inmediata" y antes de que se realice el llamamiento al voto del siguiente diputado.