La Fiscalía Anticorrupción esperará a septiembre para decidir si recurre el fin de la investigación del caso Kitchen, que el instructor ha dado por cerrada con el procesamiento de la cúpula de Interior en 2013, eximiendo de responsabilidad directa a la dirección del PP en aquella época.

Fuentes fiscales han asegurado a Efe que aún no hay nada decidido, y que al ser agosto inhábil en los tribunales, se estudiará ya de cara a septiembre.

El pasado jueves, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón acordó el cierre de la instrucción y propuso juzgar al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, a su secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez y al exnúmero dos de la Policía Eugenio Pino, entre otros, a la vez que sacaba de la causa a la exsecretaria general del partido María Dolores de Cospedal y a su marido tras haberles tomado declaración como imputados a petición de la Fiscalía.

Al tomar esta decisión, el magistrado dio por cerrada la instrucción sin llegar a citar al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, con quien Villarejo aseguró haberse intercambiado mensajes para tratar los avances de la operación Kitchen, afirmación de la que el juez duda de su credibilidad y cree que lo dijo para tener mayor "notoriedad" y "repercusión".

Rechazaba así la prorroga de la instrucción por otros seis meses como le reclamaron la Fiscalía, la Abogacía del Estado y otras partes para practicar más diligencias.

Respecto a las pedidas por el fiscal, el magistrado las consideró inútiles y, en algunos casos, impertinentes e incluso prospectivas: "La actividad instructora no puede concebirse como una suerte de soltar la red en fondeo por si se encuentra el delito, sino todo lo contrario", advirtió.

García Castellón accedió en junio a imputar a Cospedal y a su marido, tal y como le había pedido la Fiscalía en septiembre de 2020, tras recibir un informe policial sobre las agendas que le fueron intervenidas a Villarejo en octubre pasado.

En ellas, los investigadores hallaron anotaciones con apuntes como "Cospe" o "MD", que llevaba a "inferir" la posible participación de la exdirigente del PP en el presunto espionaje a Bárcenas en busca de documentación comprometedora para el PP.

Tanto ella como su marido admitieron haberse reunido con el excomisario en la sede central del partido, si bien descartaron que tuviera relación alguna con esa operación, de la que desvinculó al partido, y aseguró que se trató de encuentros para tratar de saber de dónde procedía la campaña contra ella y su marido.