El fallecido expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa declaró que el líder de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda, comenzó a atacarle en medios de comunicación y juzgados a raíz de que rechazara seguir pagándole por convenios "con los que presionaba a los bancos".

La declaración de Miguel Blesa como testigo en la instrucción de esta causa ha sido oída en el juicio que celebra la Audiencia Nacional al presidente de Ausbanc, Luis Pineda; al secretario general del sindicato Manos Limpias, Miguel Bernad, y a otros ocho acusados, por los que los dos primeros se enfrentan a peticiones del fiscal de 118 y casi 25 años de prisión, respectivamente.

Están acusados de extorsionar a bancos, cajas de ahorros y empresas para no publicar informaciones desfavorables y para retirar acusaciones en causas judiciales, como la seguida contra la infanta Cristina en el caso Nóos, a cambio de importantes cantidades de dinero que camuflaban con convenios de publicidad en publicaciones de la asociación o en la compra de sus informes trimestrales.

En la sesión de este miércoles se ha efectuado la audición de la declaración que prestó ante el Juzgado de Instrucción en esta causa Miguel Blesa, que comenzó manifestando que nunca se reunión con Luis Pineda y que solo habló en una ocasión con él cuando coincidieron a la salida del Club Financiero Génova de Madrid.

"Me dijo que teníamos que reunirnos para arreglar lo nuestro y yo le dije que nunca", recalcó Miguel Blesa. Recordó que cuando llegó a la Presidencia de Caja Madrid la entidad tenía un contrato con Ausbanc que había firmado el anterior equipo directivo y que Pineda quería renovar.

"Yo no conocía a Pineda ni a Ausbanc y el entonces director de Comunicación de Caja Madrid, Juan Manuel Astorqui, me dijo que no tenía interés y le dijimos que no, lo que supuso la apertura de las hostilidades y las presiones", destacó Blesa.

El expresidente de Caja Madrid recordó que Pineda les ofreció a cambio de 300.000 euros un servicio consistente en que cualquier producto que sacara Caja Madrid pasara por la asesoría jurídica de Ausbanc para que la asociación le diera un sello de calidad con lo que se garantizaría que no iba a ser objeto de demandas ni reclamaciones por parte de la organización.

"Se le dijo que no y empezó a utilizar todos los medios a su alcance para sus presiones permanentes", recordó Blesa. Añadió que Pineda amenazó incluso con difundir unos vídeos suyos "pero no salieron porque no existían".

Blesa explicó que Juan Manuel Astorqui se reunió con directores de Comunicación de otras entidades bancarias que también estaban siendo objeto de ataques por parte de Ausbanc, como el BBVA. "No podíamos consentir que nos amedrentaran para pagar por silencio".

El expresidente de Caja Madrid lamentó que algunas entidades bancarias se plegaran a pagar a Ausbanc y permitieran que esa asociación siguiera actuando. Durante el interrogatorio a Blesa el fiscal le preguntó si Pineda ejercía también presiones en el ámbito político.

Al respecto comentó que "aireaba que su esposa -también acusada en esta causa- había sido nombrada directora general de Consumo en la Comunidad de Madrid".

Blesa comentó que tras dejar en 2010 la Presidencia de Caja Madrid "como Luis Pineda no había consumado su venganza" participó como acusador en una causa seguida contra él en un Juzgado de Madrid. "Se montó un pleito sin pies ni cabeza que dio lugar a una condena por prevaricación al juez instructor, Elpidio José Silva", dijo.

Blesa se refirió a una causa seguida por supuestas irregularidades en la compra del City National Bank of Florida, por la que llegó a estar en prisión provisional en 2013 por orden del juez Elpidio José Silva.

Elpidio José Silva fue acusado posteriormente de los delitos de prevaricación, contra la libertad individual y de retardo malicioso en la administración de Justicia, por lo que el 7 de octubre fue apartado de la carrera judicial tras ser condenado por la Audiencia Nacional a 17 años y medio de inhabilitación.

Blesa señaló en su declaración que cuando él dejó la Presidencia de Caja Madrid la entidad sustrajo un contrato con Ausbanc por 600.000 uros y ya cesaron las críticas en la revista y en el periódico de la asociación.