"Menos mal que pude agarrarme a las ramas y las cañas y salir del barranco". Roberto Pérez, de 40 años, se llevó en la mañana de ayer uno de esos sustos que nunca se olvidan. Se dirigía en su coche, como todas las mañanas, al hospital de Dénia, donde trabaja. Eran las 7.40 horas y conducía por el camino de siempre. "No había señales luminosas ni nada que hiciera pensar que el barranco bajaba con tanta agua", relató Roberto Pérez, horas después de que la gran cantidad de agua que bajaba por una rambla arrastrara su vehículo.

"Ví el arroyo, pero pensé que lo atravesaría sin problemas". Entre temprano que era y la mañana que estaba sombría, este vecino de Dénia no vio que el barranco, tras toda una noche de intensa lluvia, se había convertido en un violento torrente.

"La corriente era muy fuerte y arrastró el coche. Empezó a entrar agua y salvé la vida al poder abrir la ventanilla y salir del coche". Roberto reaccionó rápido. En cuestión de segundos escapó por la ventanilla y subió al techo del automóvil. El coche siguió hundiéndose y ya no lo quedó más opción que tirarse al agua y agarrarse a las ramas y las cañas. "En un punto donde la corriente ya no era tan fuerte, pude salir del barranco". "Tuve mucha suerte. Escapé como pude. Sin zapatos, sin nada. Pero pude salir a tiempo", comentó con alivio.

Descalzo y empapado

Este vecino de Dénia llegó caminando descalzo y totalmente empapado hasta el hospital. No sufrió heridas. Su coche acabó 300 metros barranco abajo, hundido entre el agua y el barro.

Roberto Pérez aseguró ayer que iba a presentar una instancia en el ayuntamiento para denunciar que el camino no estuviera cerrado al tráfico ni señalizado el barranco. En esta misma rambla, dos vecinos de la Xara, de nacionalidad vietnamita, se vieron en el mismo trance que Roberto.

Su vehículo también lo arrastró la corriente y pudieron escapar antes de que el barranco se lo tragase. Agentes de la patrulla rural de la policía local de Dénia los rescataron. Luego, la policía cerró este camino, sin embargo, el barranco del Monxero lo cruza por encima del asfalto, sin que exista puente. Esta circunstancia hace que sea peligroso circular por él cada vez que llueve con intensidad.