El debate llegó al Ayuntamiento a través de una moción presentada por el PP, grupo que pactó con el gobierno municipal del PSE la moción que finalmente fue aprobada, con los votos de estos dos partidos y el rechazo de PNV, EA y EB. Se trata del primer ayuntamiento vasco que se pronuncia en contra de la consulta.

En la moción, el Ayuntamiento defiende la Constitución y el Estatuto vasco, y expresa "el apoyo al Gobierno de España para que tome las decisiones oportunas que garanticen el respeto y el cumplimiento de la legalidad vigente en las decisiones y acciones de todos los representantes políticos e institucionales".

En el texto también se manifiesta que el "obstáculo fundamental" para la convivencia democrática es la banda terrorista ETA, cuya existencia "impide un debate sereno y en igualdad de oportunidades".

Durante el debate, el portavoz del PSE, Juan Carlos Alonso, ha argumentado que con la consulta los concejales asisten a una "sensación de frustración", ya que han perdido la confianza en la máxima autoridad del País Vasco, el lehendakari, quien argumentó hace unos años que la propuesta se llevaría a cabo en ausencia de violencia y con el apoyo de la mayoría, algo que no ha sido así, dijo Alonso.

El portavoz del PP, Alfonso Alonso, también ha defendido esta moción y ha asegurado con el texto se le pide al lehendakari que se someta al principio de legalidad y que busque un punto de encuentro para todos.

El edil del PP agregó que el primer punto de encuentro que han tenido los vascos es el Estatuto, que ha calificado como el "tesoro que debemos guardar".

Por su parte, el portavoz del PNV en el consistorio vitoriano, Mikel Martínez, ha defendido su "no" a esta moción conjunta del PP y del PSE, y ha asegurado que van a defender la propuesta del lehendakari "hasta el final".

Martínez ha dicho que tanto el PP como el PSOE son los que impiden que los nacionalistas lleven a cabo su proyecto político "porque no les da la gana", una postura que ha calificado de "bloqueo político".