Así lo ofreció ayer por la noche el presidente del Gobierno a once organizaciones educativas que no apoyaron la manifestación del 12 de noviembre contra la LOE, con las que se reunió durante más de tres horas en el Palacio de La Moncloa.

Según explicó en conferencia de prensa la presidenta de la confederación de padres de alumnos CEAPA, Lola Abelló, también se "subsanará" el proyecto de la LOE para que no exista discriminación en la admisión de alumnos en centros sostenidos con fondos públicos por "razón de sexo".

Rodríguez Zapatero "apostó" por la escuela pública y también manifestó interés por fomentar la convivencia en los centros escolares, según las organizaciones, que en términos generales se mostraron favorables a una pacto de Estado por la Educación.

El Grupo Socialista del Congreso las recibirá a finales de semana, como hará el miércoles con otras.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, insistió en conferencia de prensa que la religión confesional será de oferta obligada por todos los centros, pero en ningún caso computable.

Este planteamiento es "irrenunciable", enfatizó, como también lo es, aseguró, la libertad de elección de centro por los padres.

Moraleda reiteró además que el Gobierno seguirá trabajando por la búsqueda del "equilibrio" en el ámbito educativo, lo que sólo es posible, precisó, "con consenso" entre las distintas y variadas opiniones que existen.

Destacó que era la primera vez que un jefe del Ejecutivo se reúne con "todas y cada una" de las organizaciones representativas del sector educativo, ya que el jueves pasado se entrevistó con otras diez asociaciones, las convocantes de la manifestación contra la LOE.

CEAPA, los sindicatos FE-CCOO, FETE-UGT y, con matices, ANPE, la cooperativa de centros UECOE y las asociaciones estudiantiles FAEST y CANAE suscribieron un manifiesto conjunto en que reclaman que el gasto educativo "converja" con Europa y alcance el 6 por ciento del PIB.

Piden el cumplimiento del principio de atención a la diversidad en condiciones de equidad en toda la red mantenida con fondos públicos, con especial atención a las medidas preventivas.

Potenciar, además, los servicios educativos y complementarios, garantizar el proceso democratizador de todos los centros que prestan un servicio público a través de la participación de la comunidad educativa, la no discriminación por ninguna causa en la escolarización, y que la religión no compute y carezca de alternativa.

FE-CCOO cree que la LOE es un buen punto de partida para un pacto educativo, y FETE-UGT considera que puede ser una buena norma, aunque sin identificarse con ella "al cien por cien".

El sindicado de la enseñanza concertada FSIE manifestó una opinión "crítica" con la ley, aunque esta organización desea más la negociación que la confrontación.

El Sindicato de Estudiantes (SE) cree después de la reunión que la LOE "sigue siendo un proyecto educativo que se pliega a los intereses de los que entienden la enseñanza como un negocio" y a la "derecha".

SE, que ya se manifestó contra la LOE, ha convocado para el 14 de diciembre otra huelga general de estudiantes.

El sindicato STES considera que el proyecto no cumple el programa electoral socialista en el sentido de que la escuela pública sea el eje vertebrador del sistema educativo y se camine hacia la media europea de gasto educativo, por lo que esta organización también se movilizará 1 y 14 del mes próximo.

El sindicato de funcionarios CSI-CSIF se muestra preocupado por la vuelta a la promoción de curso "semiautomática", está en contra de la concertación de la educación no obligatoria, las ratios "elevadas" de alumnos y pide estabilidad para todo el profesorado, incluido el de religión.

Mañana comienza en la Comisión de Educación y Ciencia el debate de las 1.365 enmiendas parciales que los grupos del Congreso presentaron al proyecto.