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Navidad en Murcia

El belén más vivo de la Región

Miles de visitantes se acercan al Belén Viviente de El Raal en el que los episodios bíblicos más tradicionales y la tradición huertana se dan la mano con una equilibrada y bella armonía

El belén más vivo de la Región

Una gran fila de personas, sobre todo familias con niños pequeños, aguardaban a eso de las 11.00 horas de ayer su turno para comprar el tique de 3 euros para visitar el Belén Viviente de El Secano, en El Raal. Tras una primera apertura para los escolares de la Región de Murcia, este espectacular nacimiento vivo en el que participan cerca de un centenar de vecinos, abría sus puertas para mostrar diversas escenas tradicionales religiosas y otras costumbristas con aires huertanos, dos mundos que casaban a la perfección en este belén en el que la gastronomía ocupa este año un lugar especial. Unas pastorcillas cocinan unas migas ruleras y reparten raciones en pequeños saquitos para los visitantes, otros hacen pan casero en un horno de barro a la antigua usanza, y no faltan las castañas asadas o postres como los rollitos de anís. Todos estos productos se ofrecían a los visitantes y muchos no dudaban en hincar el diente y agradecer el gesto.

Las escenas de la vida cotidiana de otros tiempos también incluían costureras, la labores de mortero, lavanderas de acequia, o el trenzado de esparto. Encontramos a Antonio Sabater, pertrechado con el traje típico, encordando una silla. «Son oficios que se están perdiendo, pero bueno, como suelo decir, de momento estoy yo, así que no está perdido del todo», señalaba.

Ramona y Violante se encargan de las castañas asadas desde hace muchos años y viven este día «muy ilusionadas, es todo un acontecimiento, estoy hay que vivirlo para entenderlo», advertía Violante, que recordaba que este año es especial porque han tenido que esperar dos largos años para volver a montar y organizar las representaciones por la pandemia. Recordaba que el pasado miércoles, durante la apertura para los más pequeños, llegaron más de medio centenar de autobuses con estudiantes. «Fue un disparate lo que disfrutaron los críos», aseguraba Violante.

Durante el recorrido se despliegan las representaciones más icónicas de estas fechas, el nacimiento viviente, con María, José, un bebé dormido de pocos meses en el centro de la escena y una pequeña angelita velando su sueño. Otro José y otra María (con otro bebé en brazos), más jóvenes, representaban a pocos de metros de allí la Huida a Egipto. Más adelante los Reyes Magos de Oriente recibían a los nerviosos niños, atendían sus demandas y se fotografían con ellos, y un Rey Herodes de pocas palabras (el señor que lo interpretaba estaba afónico) repartía caramelos y sonrisas en vez de ordenar la ejecución de los niños de Belén menores de dos años, como narra el Evangelio de Mateo.

Una de las estampas más bellas es la que ofrecía una pequeña noria de agua sobre el paso de una acequia, pero sin duda, lo que más atrajo a los pequeños fue la variada fauna del lugar: caballos, bueyes, cerdos, gallos, gallinas, y un burro que paciente tiraba de una plataforma sobre la que se colocaban los pequeños más valientes.

Aquellos que no hayan podido visitar todavía el Belén Viviente de El Raal tendrán otra oportunidad esta tarde y el 1 y 2 de enero de 16.00 a 19.00 horas. La última jornada será el Día de Reyes, de 11.00 a 13.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas.

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