Las fronteras son muy delicadas y el Ayuntamiento de Murcia, por un error humano, ha estado a punto de ceder ante Alcantarilla parte de su territorio. La delimitación cartográfica entre ambos municipios no está del todo clara y en 2020 el municipio vecino envió un escrito en el que solicitaba incorporar a sus límites dos zonas concretas en las que hay dudas sobre su pertenencia. 

Entonces, el Consistorio murciano propuso la creación de una mesa de técnicos de ambas corporaciones en donde estudien las delimitaciones de estos dos puntos, y siete más. Más tarde, el Pleno de Alcantarilla desoyó la propuesta murciana, aunque siguió insistiendo en debatir la delimitación de los dos espacios que desea incorporar a su término municipal. 

El problema llegó cuando, hace unos meses, el anterior equipo de Gobierno, liderado por José Ballesta, firmó un informe sobre este asunto explicando su posicionamiento para enviarlo a la Dirección General del Territorio de la Comunidad Autónoma. 

No obstante, por un error humano, el documento que estaban firmando era el del Ayuntamiento de Alcantarilla, por lo que parecía que el Consistorio murciano había accedido a las exigencias alcantarilleras.

La sangre no llegó al río y el Pleno de ayer sirvió para aprobar un recurso de apelación por el que el Ayuntamiento de Murcia se retracta del informe firmado por equivocación. 

Por ahora, parece que las fronteras entre ambos territorios seguirán siendo las mismas, lo que significa que sigue habiendo serias dudas sobre dónde están esas lindes, al menos, en nueve puntos del mapa (las dos que quería estudiar Alcantarilla y las siete del Ayuntamiento murciano).