La Glorieta vivió ayer uno de sus días más intensos con la presentación de una moción de censura, la primera en la historia del municipio de Murcia, por parte del PSOE, Podemos y Cs, partido hasta ahora socio de Gobierno de los populares del alcalde capitalino, José Ballesta, que lleva seis años con el bastón de mando. A mediodía hacían el pertinente trámite ante el Secretario del Pleno, Antonio Marín, que automáticamente convocaba la sesión para su debate el próximo 25 de marzo que puede poner fin a 26 años de gobiernos populares.

Mientras, el alcalde de Murcia, que no esperaba este movimiento ni de su socio de gobierno ni de los grupos de izquierdas de la oposición, suspendía su agenda y se encerraba en una sala anexa a su despacho con concejales de su bancada y colaboradores. La moción de censura, que se extiende a lo largo de ocho páginas, va firmada por 15 concejales (9 del PSOE, 4 de Cs y 2 de podemos), un número que conforma la mayoría absoluta en el Ayuntamiento capitalino, un requisito necesario para poder ser presentada (en la Asamblea Regional no se necesita la firma de la mayoría de diputados de la Cámara).

En la moción, los firmantes no ahorran críticas a la gestión de los populares y en uno de los puntos de la misma indican: «Murcia no puede aguantar un día más un alcalde megalómano y narcisista que, lejos de priorizar para y por sus vecinos, apuesta por su particular Luxor, de su ciudad de Reyes y para Reyes, donde unos pocos privilegiados, con ciertas relaciones familiares y de amistad, son beneficiados en perjuicio de la gran mayoría». Añaden que «Ballesta no es el alcalde que este municipio necesita, más bien la antítesis de éste. Necesitamos enfrentarnos al grave problema que estamos viviendo y no como nos propone el señor Ballesta, no con palabras grandilocuentes, fotos, jardines, amiguetes y familiares cercanos en su corte particular».

Los concejales socialistas, de Cs y de Podemos hablan también del Plan de Recuperación aprobado para frenar los efectos de la pandemia en el municipio de Murcia y que, cuatro meses después, está sin arrancar. «Los objetivos del plan de reactivación poco parecen interesar al señor Ballesta. Cuatro meses después apenas se ha iniciado su ejecución. Una nueva muestra del escaso interés que le despiertan las medidas de reactivación sanitarias, sociales y económicas, sus intereses deben ser otros, que por supuesto no coinciden con los de la mayoría de los murcianos. Mientras estos intentan sobrevivir, él sigue obsesionado con sus objetivos personales», indican.

También reprochan a los populares la gestión que han hecho de las vacunas y que el concejal de Salud, Felipe Coello, se vacunara saltándose la cola y sin asumir sus responsabilidades. Coello dimitió el martes de su esponsabilidad como titular de Salud, pero no como edil. «Haberse saltado la cola de la vacunación es un indicador de corrupción política», señalan los concejales en la moción de censura, en la que además reprochan al mandatario municipal que lo haya amparado durante casi 50 días a pesar de que PSOE, Cs, Vox y Podemos le pidieron en dos plenos de manera consecutiva su destitución.

El documento que se debatirá en el Pleno extraordinario hace mención además a la gestión de los contratos menores cuyas presuntas irregularidades están siendo investigadas por la UDEF por instrucciones de la Fiscalía. En ese sentido, la moción dice textualmente: «Si a todo lo anterior le añadimos, la indolencia política por la permisividad mostrada frente a la incorrecta utilización de la contratación menor y la falta de iniciativa e interés mostrado para su normalización, o los reiterados incumplimientos de algunas concesionarias en la ejecución de los servicios contratados, a pesar de las advertencias, se muestra imposible seguir permitiendo que un representante público se mantenga por más tiempo a la cabeza de una administración como el Ayuntamiento de Murcia, la séptima ciudad de España».

Los ediles firmantes de la moción, en la que se postula como alcalde de Murcia el socialista José Antonio Serrano, ya avanzan algunas de las líneas de lo que sería el nuevo gobierno. Así, indican que se recortarán los gastos «superfluos e inútiles, reduciendo incluso concejalías y eliminando prebendas y tratos de favor»; se suspenderán las tasas e impuestos de todas las actividades que se encuentren cerradas por pandemia y se pondrá en primer lugar la salud «en el eje salud, actividad económica y empleo».