La Patrona de Murcia ya está en la Catedral. La Virgen de la Fuensanta bajó en la tarde de ayer desde su Santuario del monte acompañada por miles de romeros hasta llegar a la ciudad, donde permanecerá algo más de un mes para acompañar a los ciudadanos durante los días de Cuaresma, Semana Santa y Fiestas de Primavera. Una de las anécdotas de la tarde que no ha pasado desapercibida los devotos ha sido el 'cambio de look' del Divino Niño Jesús tras pasar por el taller de restauración.

En esta ocasión la salida se adelantó media hora y a las 14.30 comenzaron a repicar las campanas del Santuario de Algezares que anunciaban la salida de la Morenica acompañada por los Caballeros de la Fuensanta. Este cambio en el horario se acordó para evitar que la romería de bajada se alargara demasiado, ya que el cambio de recorrido para evitar la zona de Santiago El Mayor supone una mayor distancia en el itinerario.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, hizo un llamamiento a la tranquilidad ante la epidemia de coronavirus al tratarse de un acto multitudinario y pidió que no se transmita una sensación de «pánico ni de gravedad, sino de tranquilidad». Y es que, explicó que «en muchos casos hay otra serie de enfermedades que las aceptamos como normales y tienen una tasa de mortalidad más alta que el coronavirus».

La Patrona lució ayer, como es habitual, uno de sus mantos morados al ser éste el color de la Cuaresma. El elegido fue el que le regalaron en la década de los 90 los propietarios de la tienda Modas Gelen. En la salida estuvo acompañada por su camarera, María Artiñano, y por el alcalde de la ciudad, quien horas después la estuvo esperando en la Iglesia del Carmen junto al resto de la Corporación para seguirla hasta cruzar la Martínez Tornel, llegar a la plaza Belluga y entrar a la Catedral, donde permanecerá hasta que acaben las Fiestas de Primavera.

El dispositivo de seguridad para la bajada de la Patrona ha estado formado por 60 policías.

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