La Casa Cerdá, uno de los edificios más emblemáticos de la capital de la Región, situado en la céntrica plaza de Santo Domingo, ha cambiado de manos. El empresario Trinitario Casanova, a través del grupo Baraka, se ha desprendido del inmueble, que ha sido adquirido por El Ciruelo, una empresa murciana dedicada a la producción y exportación de fruta de hueso que está en pleno proceso de expansión, según indicaron a esta Redacción fuentes del sector inmobiliario conocedoras de esta operación.

Las mismas fuentes explicaron que la venta se cerró hace unas semanas y que el nuevo dueño habría desembolsado unos 20 millones de euros por el edificio completo, incluidos los bajos comerciales que irán destinados a reubicar a la cadena de comida rápida Burger King.

La firma americana en estos momentos se encuentra abierta en uno de los locales comerciales del Palacio Almodóvar, cuya propiedad ha puesto a la venta el inmueble, declarado BIC, y que ha requerido la necesidad de dejar ese bajo libre para facilitar su compra por cualquier interesado.

Con la compra de la Casa Cerdá, levantada en 1930, el grupo El Ciruelo se mete de lleno en el sector inmobiliario, ya que hasta ahora no poseía en la capital de la Región ninguna propiedad semejante ligada al ladrillo. Esta firma de frutas está en plena expansión.

De hecho, a mediados de este año la corporación alhameña acordó con el grupo JD la compra de la productora brasileña de uva de mesa Labrunier, su comercializadora Bravis y todas sus filiales.

Esta transacción supone que la murciana pueda producir más de cien millones de kilos anuales de uva en los más de 2.400 hectáreas de parrales situados en una zona que permiten dos cosechas al año. Fuentes del sector inmobiliario han explicado que en el acuerdo alcanzado con Baraka por la Casa Cerdá se incluye que esta empresa realizará la reforma necesaria para albergar el nuevo Burger King, que ocupará toda la manzana de bajos comerciales, y la reconversión de las viviendas en pisos de lujo para alquiler, tal y como lo contemplaba el proyecto que tenía en mente Trinitario Casanova. En esa reforma, se deberá respetar el diseño exterior de la Casa Cerdá, caracterizado por ladrillo rojizo, columnas jónicas y un templete circular que corona el edificio, que se distribuye en siete plantas que albergarán 24 viviendas de lujo.

El proyecto anunciado por el dueño de Baraka el pasado año tras la compra del inmueble incluía calidades de lujo en esas viviendas con materiales nobles y tecnología domótica. El edificio que ha adquirido El Ciruelo es uno de los más emblemáticos de Santo Domingo que prácticamente domina el paisaje de esa plaza cuando se accede desde la Gran Vía.

Fue levantado en 1930 como bloque de viviendas por el arquitecto José Antonio Rodríguez, autor de otros inmuebles característicos de Murcia como la Convalecencia o los Nueve Pisos, y es de estilo ecléctico. La construcción fue un encargo de Joaquín Cerdá Vidal, perteneciente a una conocida familia de comerciantes murcianos y era en aquellos momentos presidente de la Cámara de Comercio de Murcia.

La arquitectura de la Casa Cerdá y el efecto colorista de su fallada lo han convertido en uno de los inmuebles más destacados de Santo Domingo y por eso está catalogado como Bien de Interés Cultural.