«Siempre están ahí varios mendigos formando escándalo, peleándose entre ellos y borrachos. Y gritando de madrugada. Deberían de hacer algo, porque es continuo el follón y da miedo pasar por ahí caminando». Así se expresa una vecina de la zona de la Catedral, que prefiere no dar su nombre, a propósito de la situación que vienen soportando.

Y es que, explica otra vecina, hay un grupo de personas (de quince a veinte, dicen, depende del día) que antes se ponía en la zona donde, hace unos meses, se abrió el gastromercado. Al haberse arreglado esa zona, indican, los sin techo se han desplazado unos metros y ahora se ponen cerca de donde está el comedor de Jesús Abandonado. Lo que aseguran los vecinos es que su presencia acarrea «conflictividad». Creen que «un día va a haber un problema» y se plantean hacer movilizaciones.

Sobre esta cuestión, fuentes de la Fundación Jesús Abandonado dijeron que entienden «las quejas vecinales por algún comportamiento incívico», aunque destacan que «a nuestro modo de ver es de una minoría de personas».

«Por poner un ejemplo, sin contar el número de personas que pasan por Servicios Sociales (pegado a la Fundación Jesús Abandonado), por el comedor social en 2018 pasaron 2.713 personas distintas. Que haya 10 ó 12 personas que su comportamiento cívico no es el más ejemplar, no es ni el 0,4% del total de personas», insisten.

«Además, suelen ser personas ajenas a los Servicios Sociales o a los servicios que se prestan desde la fundación. Las personas que atendemos nosotros tienen el centro de día abierto de lunes a domingo de nueve de la mañana a siete menos diez de la tarde, de manera ininterrumpida, o el patio del comedor a las horas de las comidas y las cenas, precisamente para que tengan espacios dignos donde estar, atendidos por nuestros voluntarios y profesionales, con aseos, café... y evitar que estén en la calle», hacen hincapié en la Fundación Jesús Abandonado.

Desde la Policía Nacional (que tiene su Jefatura prácticamente al lado del comedor) recuerdan que ellos intervienen siempre en el caso de que se produzca un hecho grave, como puede ser una pelea o un apuñalamiento. En esta zona en cuestión, además, la Policía Local pasa mucho, «a fin de evitar posibles incidentes que se pudieran producir, siendo sus intervenciones como consecuencia de los mismos casi inexistentes, detallan desde el Ayuntamiento de Murcia.

Desde el Consistorio señalaron que tendrán «reuniones periódicas» con los vecinos y que «estamos estudiando acciones de acción comunitaria» en busca de «soluciones compatibles con la necesidad de atender a un colectivo social que desde hace más de veinte años tiene dichas instalaciones como una referencia esencial para una alimentación digna».

Lo que ocurre es que lo que hacen estas personas sin techo no es delito. La mendicidad no es ilegal y, por tanto, no se puede multar a nadie por sentarse en la calle a pedir dinero. Y aunque se les multen por alguna otra conducta: se declararían insolventes. No obstante, desde el Ayuntamiento insisten en que hablarán con estas personas y les dirán lo que piensan los vecinos y que se sienten molestos.