El céntrico Palacio Almódovar de Murcia va a cambiar de manos, si sus dueños consiguen, como desean, venderlo. Por lo pronto, han colocado un cartel muy grande en la fachada. Negro sobre blanco, se lee 'se vende' y se da un número de teléfono. No hay más datos, ni agencia inmobiliaria ni un nombre propio.

La persona o entidad que compre el inmueble tendrá que respetar los contratos de arrendamiento que ya existen. Por tanto, el Burger King, desde hace décadas en los bajos este edificio, en principio no corre peligro.

El inmueble, en tiempos sede del Gobierno Civil de la provincia, es de titularidad privada, por lo que, pese a ser importante en el patrimonio, sus propietarios pueden venderlo. Es de estilo manierista y empezó a levantarse allá por el siglo XVII. Y se considera Bien de Interés Cultural (BIC).

En su fachada destacan las estatuas de los gigantes como motivo heráldico. Estos gigantes, que están a cada lado del balcón principal, simbolizan la figura del 'salvaje', un elemento barroco que se heredó del mito renacentista del buen salvaje. Joseph-Marie Loaisel de Tréogate, escritor apreciado especialmente durante la Revolución francesa se hizo eco de las teorías de Rousseau al respecto del buen salvaje afirmando? que el hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo malea.