En la noche del sábado Silvia Martínez Medina (de la kábila Aben Mardenix) era elegida Abanderada Mayor, mientras que Ana Luna Puerta Ballester (de la kábila Abenamar) era nombrada Abanderada Infantil en el acto que clausuraba el Medio Año Festero de la Federación de Moros y Cristianos de Murcia en el Teatro Romea y que sirvió además para que el Infante Cristiano Alfonso de Castilla, Rafael Benedicto Aguilar, cediera las llaves de la ciudad al Rey Moro Aben Hud, Quintiliano Ruiz Nogueras.

«Una ilusión tremenda», así define Silvia, de 18 años y estudiante del Grado en Ciencia Política y Gestión Pública, el haber sido nombrada. Para Ana Luna también es «un sueño», pues siempre ha querido «representar a esta fiesta de Moros y Cristianos». La Abanderada Infantil le debe tal fervor a sus tíos, que fueron quienes la iniciaron en la tradición junto a sus primas. De hecho una de ellas se presentó el año pasado, aunque no tuvo la misma suerte que Ana Luna. «Así que cuando pronunciaron su nombre y subió al escenario, su prima lloraba aún más que ella», dice su madre orgullosa, que también admite que «ahora le viene lo duro».

A Silvia la tradición le viene, si cabe, aún más directamente, pues su madre es socia fundadora de la kábila y fue su primera Abanderada. «Historia, familiaridad y cariño», así define la Abanderada Mayor lo que Moros y Cristianos representa para ella. Además anima «a todo el mundo, sean o no de la Región» a que «se acerquen a conocer» sus festejos.

Y es que, como afirma Ana, cualquiera puede disfrutar de los desfiles, una de sus partes favoritas, y así conocer todas las actividades del festejo pues «se aprende mucho pero también es muy divertido». Si algo destaca ella de las fiestas la alegría y la pasión, aunque reconoce que lo que consiguió atraerla desde un principio fue «esa sensación desde que llegas de que eres uno más».