El fiscal ha mantenido, en la última sesión del juicio, su solicitud de 15 años de prisión para Juan Pedro G.S., considerado el mayor falsificador de billetes de España, a quien le fueron intervenidos, cuando fue detenido en mayo de 2007, más de ocho millones de euros en billetes de 50 en avanzada fase de elaboración.

Su abogado, Pedro López Graña, solicitaba en la tercera sesión del juicio iniciado el pasado 31 de enero en la Audiencia Provincial de Murcia, la absolución de su cliente al alegar la eximente de miedo insuperable, ya que, si reconoció los hechos cuando declaró en el juzgado, fue porque estaba amenazado de muerte por otras personas, según asegura el letrado defensor.

Además, López Graña ha impugnado las escuchas telefónicas ordenadas contra su cliente al estimar que no estaba justificada ni su solicitud ni la resolución judicial que las ordenaba, por falta de motivación en ambos casos.

Con carácter alternativo, y para el caso de que la sala no se incline por la absolución, López Graña subrayó que el delito debería ser considerado en grado de tentativa, con aplicación de las atenuantes de dilaciones indebidas, reparación del daño y confesión de los hechos.

La sesión de ayer arrancaba con la reproducción de las conversaciones mantenidas en los meses previos a su detención por Juan Pedro G.S. y otros acusados, que en su día admitieron los hechos y se conformaron con la pena pactada por el fiscal y sus defensas.

En esos diálogos, que duran escasos segundos, los interlocutores parecen hablar en clave y son muy parcos, al limitarse a concretar la hora de una cita y sin ofrecer detalles sobre el lugar en el que se llevaría a cabo.

El fiscal, Rafael Pita, manifestó que la declaración que el acusado prestó en el juzgado cuando fue detenido, en la que reconoció los hechos, sería suficiente para acreditar la autoría, aunque hay otras pruebas que llevan a la misma conclusión.

Y añadió al respecto que cuando declaró como investigado, en mayo de 2007, reveló cómo hacía la falsificación de los billetes «y aportó detalles que solo él podía conocer».

En cuanto a las supuestas amenazas que Juan Pedro G.S. aseguró haber sufrido y que lo llevaron a declararse autor de la falsificación, el representante del Ministerio Público ha comentado que el acusado se refirió a ellas durante la vista oral sin que aportara la menor prueba que sostuviera que se hubieran producido. Por tanto, puso en duda que fuesen ciertas.

De haber existido en realidad, dijo en otro momento, habría sido difícil que escaparan a la Policía, que por aquellos meses tenía sometido a un férreo control tanto a él como a otro acusado que habría sido el supuesto amenazante.

Dado que la investigación ya estaba en marcha, la policía tendría constancia de estas amenazas, de haberse producido.

El fiscal, por tanto, pidió a la sala que no tenga en cuenta ni la eximente ni las atenuantes reclamada por la defensa. Ahora falta que se dicte sentencia.