El Carnaval se anticipó ayer en Cabezo de Torres. Don Carnal y doña Cuaresma todavía no han hecho su aparición, pero el ambiente, la música y el color característico de esta festividad impregnaron el municipio murciano y a sus vecinos; y, ojo, el verbo impregnar es literal.

La popular 'Holi Run' volvió a elegir Murcia como uno de los destinos de su gira por España y, en su segunda edición, aumentó notablemente el número de participantes en esta peculiar carrera: ni más ni menos que 12.000 jóvenes tomaron la salida junto al descampado de la calle Concejal Remigio López para recorrer, entre risas y pintura la pedanía. Y es que, la grandeza de esta carrera no reside en las marcas, los tiempos o el podio para los campeones. No es el más rápido el gran aclamado, sino el que consigue adornar su cuerpo con la mayor gama de colores posibles.

A lo largo de los cinco kilómetros que dura la prueba, los puntos de control -situados para mil metros aproxiadamente- se encargaban, no de cronometrar la marcha de los participantes, sino de arrojar sobre ellos kilos y kilos de polvos de colores, para el gozo de los corredores. Algunos, incluso, acabaron rebozados por el suelo para cubrir cada centímetro del chándal o disfraz.

El fin de fiesta, o 'Holi Boom', lo protagonizó el dj residente de la prueba, Ben Hassel, quien ejerció de anfitrión en una macrofiesta para los participantes en la que hubo comida, bebida y, como no, mucho más color. El listón está alto. La cuenta atrás para Carnaval ha comenzado.