Pascual Parrilla, jefe de Cirugía y Trasplantes de la Arrixaca y toda una eminencia médica en España se pronunció ayer contra las prácticas de alumnos de Medicina de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) en hospitales públicos y dio la voz de alarma sobre el hecho de que cada año entren en dos facultades en la Región 300 estudiantes. Lo hizo a través de un comunicado del departamento de Cirugía, Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Murcia, departamento que dirige y que por unanimidad de todos sus profesores, según fuentes de la UMU, ha emitido un texto que deja muy clara la postura de los profesionales ante los problemas por la saturación de las prácticas de alumnos en algunos servicios. Hace dos semanas los jefes de Medicina Interna del Morales Meseguer y del Reina Sofía se negaron a recibir a estudiantes de la UCAM. «Este Departamento no cree que sea adecuado poner a disposición de universidades privadas recursos públicos -escasos de por sí- aún cuando haya contraprestaciones; y menos aún cuando éstas son irrisorias. La colisión que ya se ha producido en algunas áreas y hospitales será todavía más inevitable en aquellas disciplinas en las que los servicios sanitarios -como el caso de la Pediatría y de la Obstetricia- son ya deficitarios para dar prácticas de calidad a los estudiantes de la Universidad de Murcia», sostiene el comunicado.

El texto firmado por Parrilla y otro centenar de profesores alerta claramente de que «admitir cada curso académico a 300 alumnos entre las dos Facultades de Medicina es una inversión que los contribuyentes murcianos no se pueden permitir, y menos en tiempos de crisis. En el ámbito privado cada cual puede hacer la inversión que le parezca más conveniente, aunque ésta sea ruinosa; pero en el ámbito público se pone en juego el dinero y el bienestar de todos». Continúa el comunicado afirmando que «los estudiantes de la Facultad de Medicina de esta Universidad han acreditado ser los mejores de la Región y merecen tener a su disposición los recursos que se merecen; y no deberían ser engañados. Tampoco se les puede engañar con respecto a sus expectativas profesionales: el número de plazas de Médico Interno Residente en 2015 sólo cubrió la mitad de la demanda. La tendencia es a que esa demanda siga aumentando mientras que la oferta se mantenga estable», por lo que «poner a disposición de la Universidad Católica recursos públicos con la justificación de la necesidad de formar médicos es, por tanto, insostenible». Por lo tanto, el Departamento aboga «por que la UMU haga el mejor uso posible de los hospitales públicos».

También aboga «por que la Universidad Católica, a quien respeta en su ámbito mercantil, establezca los convenios que crea oportunos con los centros sanitarios privados que tenga a bien, para beneficio mutuo». Insiste en que el número de alumnos está sobredimensionado.

Por otra parte, los alumnos de la facultad entregaron a Sanidad un comunciado a Sanidad reclamando su prioridad en as prácticas y una mejor gestión de las prácticas.