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"El filtro de la moral", último recurso para prevenir el crimen

El profesor Alfonso Serrano vincula la moralidad con el delito durante el I Congreso de Criminología de la UMU

"El filtro de la moral", último recurso para prevenir el crimengloria nicolás

"Cuando surge la motivación para cometer un delito, hay un filtro moral que hace que algunas personas lo perpetren y otras no". Así se expresaba ayer Alfonso Serrano -profesor de Derecho Penal y Criminología en la UNED- durante su intervención en el Congreso Internacional de Criminología que viene desarrollándose en el Paraninfo de la facultad de Derecho de la UMU.

Serrano -junto a la profesora de Psicología Social de la Universidad de Murcia Ginesa Torrente- participó en la mesa redonda Teorías criminológicas contemporáneas. El profesor de la UNED se apoyó en la denominada Teoría de la Acción Situacional, de Per-Olof Wikström, y remarcó que un individuo puede verse "en situaciones en las que acontece algo que puede impulsarle a cometer un hecho delictivo. Por ejemplo, si estás en un bar y surge una discusión". El experto agregó que "si en esa discusión hay gente observando -por ejemplo, unos amigos-, puede crearse un factor de motivación para cometer el hecho".

"Está claro que estas motivaciones no se reparten aleatoriamente en la sociedad", manifestó, "pues no todas las personas tienen la opción de encontrarse en esa situación. Aunque el elemento clave es la moralidad". A juicio de Alfonso Serrano, "hay personas de baja moralidad que no delinquen porque son afortunados morales, gente que tiene suerte". "Por ejemplo, los delincuentes de cuello blanco son bajos de moral, pero no se suelen enfrentar en peleas en barrios o en los bares", aclaró.

Antes mendigar que delinquir

Por otro lado, el experto se refirió a la Teoría del Control Social y expuso que "todas las personas tenemos una tendencia natural a cometer hechos delictivos, a no ser que algo nos frene. Algún vínculo, a través del trabajo o del matrimonio". No obstante, el profesor destacó que "lo importante no es tener una familia o tener un trabajo, sino que te importen. Si tienes un trabajo que no te importa, puedes delinquir; pero, si a la vez tienes una familia que te importa, no vas a delinquir".

En este punto, los asistentes plantearon a Serrano "un caso extremo de uso famélico" y se preguntaron dónde quedan los vínculos y la moral si un hombre comete un delito con el fin último de dar de comer a su familia. A este respecto, el profesor de Criminología contestó que "la teoría predice que un padre de familia puede convertirse en mendigo, pero no va a tender a delinquir".

Por su parte, Ginesa Torrente habló de "la importancia que tiene el estudio de las emociones", también en Criminología. Incidió en que ha de ahondarse más en "la influencia que tienen las emociones en la toma de decisiones de los delincuentes", al tiempo que admitió que "muchos teóricos entienden que cometer un delito es algo más racional que emocional". En opinión de Torrente, no obstante, habría que concretar qué es una emoción ("ayer me decía un compañero que el miedo ya se considera una emoción", reveló). Además, la profesora tiene claro que "el control emocional se trabaja".

El simposio se clausura hoy, a las 20.30 horas, y durante el día tendrán lugar las conferencias Criminología y genética forense: un futuro apasionante; La videovigilancia en las zonas públicas y sus efectos en la delincuencia; Implicaciones criminológicas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDA-H) y El perfil criminológico en la investigación y en la sala de justicia.

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