El Club de Atletismo Ermita de Burgos, situado en el pueblo murciano de Nonduermas ha llevado a cabo este mes de agosto una iniciativa original basada en realizar una ruta corriendo desde el pueblo de Castrillo de Murcia, situado en Burgos, hasta la Ermita de Burgos de Nonduermas, del municipio de Murcia. Esta travesía ha transcurrido desde el 2 de agosto hasta el día de ayer, cuya finalización tuvo lugar en la Ermita de Burgos de Nonduermas sobre las 21.00 horas.

Según confirma Jesús Enrique Fernández, miembro del club y encargado de prensa del mismo, «esta iniciativa surgió porque un compañero nos informó de que había un pueblo en Burgos que se llamaba Castrillo de Murcia, y como nuestro club de atletismo se llama Ermita de Burgos, nos pareció muy curioso la coincidencia entre ambos nombres y pensamos que podíamos llegar a hermanar de alguna forma ambos pueblos, así que se nos ocurrió hacer una ruta de atletismo y ya de paso divertirnos y realizar una aventura interesante». Jesús Enrique también apostilla que «la colaboración por parte de las dos alcaldías de ambas poblaciones ha sido imprescindible, ya que es una buena excusa para conocer mejor estos entrañables lugares de España de dos comunidades autónomas diferentes, distantes y desde ahora unidas por el deporte».

Se han realizado siete etapas, con una media de 100 kilómetros cada una relevándose los corredores, de tal manera que cada uno de los miembros que ha acudido a esta aventura, ha realizado unos 20 kilómetros diarios del total de 754 Kilómetros.

Las etapas han discurrido sobre carretera y caminos comarcales, carriles bici, pasando por pueblos y rincones de Castilla y León, Madrid, Castilla La Mancha y Murcia.

Los participantes han sido todos varones de entre 30 a 58 años, y éstos coinciden en señalar que son amantes del deporte y que les ha gustado mucho la aventura.

«Durante nuestra estancia hemos dormido en algunos centros cedidos por los ayuntamientos de los pueblos que hemos estado, a excepción de algunos lugares en la que no hemos contado con esa ventaja. Un dato muy curioso a destacar es que cuando llegamos a Castrillo de Murcia en Burgos, todos los vecinos del pueblo nos ofrecieron sus casas para dormir, y cada uno de nosotros dormimos esa noche en la vivienda de uno de los vecinos. Se peleaban incluso entre ellos por alojarnos» comenta sonriente Joaquín Martínez, vicepresidente del club de Atletismo de Murcia.